sábado, 31 de agosto de 2019

Como si fuera ciego y sordomudo



COMO SI FUERA CIEGO Y SORDOMUDO

Déjame poseerte sin palabras, sin mirarte,
como si fuera ciego y sordomudo. Olerte
y recorrerte con las manos siguiendo tu contorno
desde los pies hasta la cabeza. Acercarme,
unir mi cuerpo al tuyo, mi piel contra la tuya,
lentamente. Soplarte suavemente en las mejillas,
los pezones y también en la planta de los pies.
Reseguir con la lengua la curva de tu cuello,
la línea de tus cejas, meterla en tus orejas
y en tu ombligo. Hundir la nariz en tu vientre,
mordisquear tu cintura y el vello de tu pubis,
acariciar tu clítoris rítmicamente y entretanto
besarte recorriendo tu lengua, tu boca,
tus dientes. Déjame, despacio, penetrarte
y atraerte hacia mí con mis brazos
en un cálido abrazo. Cabalgaremos juntos
formando un todo único y mezclaremos
nuestros cuerpos y nuestros olores.
Entrecruzados seremos como un ser
mitológico de cuatro brazos y dos cabezas.
Y todo estallará al descargar yo dentro de ti
y una corriente eléctrica nos recorrerá
y nos fundirá. Luego, como niños saciados,
nuestros miembros y manos quedarán relajados.
Más tarde nos dormiremos plácidamente.

Pedro Casas Serra (15/05/1992)

viernes, 30 de agosto de 2019

Coplas


COPLAS

Canta el jilguero,
de la rosa el capullo
se ha abierto entero.

Me dices que la niña
va de paseo,
corro a vestirme
por no estar feo.

Junto al estanque un niño
se encuentra echado,
y a un barquito de vela,
haciendo olas,
ha mareado.

Sujeto a una cadena
tira el perrito,
y el viejo que lo lleva
va despacito.

No sé por qué tu madre
te hace coletas,
como siempre te mueves
no se están quietas.

Grises los lunes,
amarillos los martes,
los miércoles son verdes,
los jueves rojos,
violetas los viernes
y los sábados y domingos son
del color de tus ojos.

Pedro Casas Serra (13-05-1992,04)

jueves, 29 de agosto de 2019

Cómo quiero yo que seas


CÓMO QUIERO YO QUE SEAS

Déjame creer que eres
como quiero yo que seas.

Que tus ojos se asemejan
a dos barcos en el mar
que al encontrar a los míos
amenazan naufragar.

Que tu boca es una fresa
acabada de coger
y la mía es una cesta
en que la quiero esconder.

Que tu pelo es semejante
a una red de pescar
en que se enredan mis manos
sin poderse desatar.

Que tus manos son la lluvia
que al tardar tanto en llegar
es ansiada por mi cuerpo
agostado de esperar.

Que tu sonrisa es mirada
del sol que rompe a brillar
que deshiela con su aliento
la escarcha de mi penar.

Que tus pechos son helados
que espero poder gustar
a lamiditas muy cortas
para hacerlos más durar.

Que tu cuerpo es como un molde
en el que espero encajar
y que una vez encajados
nada pueda liberar.

No me digas que no eres
como quiero yo que seas.

Pedro Casas Serra (13-05-1992,03)

miércoles, 28 de agosto de 2019

¿Quién soy?


¿QUIÉN SOY?

Quizá llegó el momento de plantearme quién soy:
en mitad de la vida (cuarenta y cuatro años)
casado-separado-viudo-padre de un hijo
(lo que me ha deparado cinco años escasos
de amor afortunado, de intenso sufrimiento
bastantes más hasta hoy) presto una profesión
llamada liberal (de ingresos inestables
y a veces muchos nervios) pasé por la pareja
y ando desparejado (salvo la compañía
de un can con el que voy) poco sociable (y menos
tras ciertas amistades) algo sentimental,
también soy educado, padezco depresiones
(lo que me ha producido muchísimos problemas,
cierta inseguridad y algún aislamiento)
poseo - he recobrado - la religiosidad
(consecuencia del miedo) mi pasado inmediato
me tiene muy marcado, inseguro el presente
y el futuro asustado. También soy Capricornio.

Pedro Casas Serra (13-05-1992,02)

martes, 27 de agosto de 2019

Peor que Adán y que Caín


PEOR QUE ADÁN Y QUE CAÍN

Peor que Adán expulsado del Paraíso soy yo,
porque él salió del Edén acompañado.
Peor que Caín marcado por su culpa soy yo,
porque a él no le impidió formar linaje.

Hundido en el Océano como la Atlántida
mi paraíso desapareció de pronto sin dejar vestigio.
Limpia mi frente de cualquier señal
la marca permanece indeleble en mi memoria.

Quizá porque nunca había sido antes tan feliz
mi pérdida no cede con el paso de los días.
Quizá porque nunca había sufrido antes tanto
mi culpa busca justificación a tanto daño.

Si realmente existió fuera de mi imaginación,
el amor que me tenía preso en cuerpo y alma,
¿dónde se gestó, tan grande y arrasador,
el odio del que fui objeto hasta la aniquilación?

Porque no es buena la soledad – dicen -
Dios puso la atracción en compartir la vida,
pero es una barrera infranqueable
el miedo al pasado si fue malo.

Me atrae el amor: paraíso perdido.
Pero temo el odio: la marca de mi culpa.

Pedro Casas Serra (13-05-1992,01)

lunes, 26 de agosto de 2019

La memoria


LA MEMORIA

Permíteme adentrarme en el recuerdo,
refugio contra la monotonía del presente,
necesito pensar que fui feliz alguna vez
y una explosión de luz es la memoria.

Reconozco tu piel bajo los pinos
sobre la toalla roja de baño,
apenas palpo tu contorno y te hago cosquillas,
y tu sola proximidad me electrifica.

Soy náufrago flotando a la deriva
- todo quedó hecho astillas -
y si pienso en mí antes
pienso en otro.

Me entretengo en tu cuerpo adormecido
y lo recorro como peregrino,
exploro cada parte, cada trozo,
por pequeña que sea, por minúsculo.

No puedo expresarte tanto horror,
tal sensación de pérdida, de quedar tullido,
y tanta necesidad de contestar preguntas
que nadie ha formulado.

Tu cuerpo se despierta soñoliento
y es el mío el que recibe ahora
el agua de mayo de tus caricia,
mientras empiezan a sonar palabras.

¿Soy yo aquel que añoro?
¿Mi vida fue otra vida?
¿Tuve lo que no tengo?
¿O es solo un sueño en una pesadilla?

Palabras dulces,
expresiones en clave de enamorados
coronando momentos de intimidad,
ofrendas para nuestros cuerpos.

Recorro mi ciudad
como un autómata,
cumplo mis deberes
como un robot.

No dos cuerpos, un cuerpo
con cuatro brazos,
cuatro piernas
y dos corazones.

Y busco entre miles de rostros
uno solo
que tenga interés,
pero ¡es todo tan anodino!

Tan juntos que parece
que tu lengua es la mía
y mi oreja la tuya.
Y ese dedo que se mueve... ¿de quién es?

Más mayor,
más feo,
más desconfiado
y más solo cada día.

Tan vibrantes
como una cuerda tensa,
hasta que explota el sol
entre los pinos.

Pedro Casas Serra (12-05-1992)

domingo, 25 de agosto de 2019

Estar enamorado

¡ESTAR ENAMORADO!

No me importa no tener dinero
ni ser un perdedor.
Me importa no estar enamorado.

No preciso tener un coche nuevo
ni un chalet en el campo.
Preciso estar enamorado.

No quisiera viajar a Miami
ni vestir como un dandi.
Quisiera estar enamorado.

Enamorado, sí,
para sentirme entero,
para reconocerme,
para apreciar la vida,
para saciarme,
para diferenciarme de mi sombra,
para apreciar matices y colores,
para sentirme alto y guapo
y rubio y de ojos azules
y listo y buena persona
y enamorado.

Enamorado
para compartir
un lenguaje de gestos y miradas,
para forjar
proyectos de un instante,
escapadas sin necesidad de levantarse,
largas esperas de segundos breves
y breves segundos de largos encuentros,
y esa sensación de totalidad,
de estar completo,
que convierte la vida en un paseo
y cualquier época en primavera.

(Quien ha conocido esa sensación
y la ha perdido
se siente como Adán expulsado del Paraíso.)

Pedro Casas Serra (11-05-1992)

sábado, 24 de agosto de 2019

Añoro la inocencia de la infancia...


AÑORO LA INOCENCIA DE LA INFANCIA...

Añoro la inocencia de la infancia,
cuando difícilmente te sientes culpable,
cuando no tienes que tomar decisiones graves,
cuando no te sientes fuertemente herido
ni tienes un pasado que te persigue con sus fantasmas.

Añoro la sencillez en el trato,
la mirada franca, el gesto abierto,
porque impera el recelo y una forma vacía de contenido,
porque el aspecto condena y el color también,
y la presunción se toma por conocimiento.

Quisiera ser más abierto
y tener más facilidad para relacionarme,
pero ya que las circunstancias me lo impiden
y me han conducido a la soledad,
quisiera al menos hallar la paz en ella.

Pedro Casas Serra (08-05-1992)

viernes, 23 de agosto de 2019

Vuelvo la vista atrás...

VUELVO LA VISTA ATRÁS...

Vuelvo la vista atrás y siento vergüenza
de algunas cosas que he hecho
y muchas más que no me he atrevido a hacer.

De los tiempos pasados no me queda
sino el recuerdo vago
de andar subido a una montaña rusa.

No es que esté más contento
de como soy ahora,
solo he triunfado enteramente en ganar años.

Tengo una profesión que ejerzo, una hija que no veo,
una madre y unas hermanas fuertes
y unos pocos amigos demostrados.

También tengo despertares de angustia
que me calma la ducha y noches de soledad
que mitiga la televisión.

Lo que ya no tengo es ilusión
aunque eso quizá sea demasiado pedir.

Pedro Casas Serra (30-04-1992)

jueves, 22 de agosto de 2019

A mis compañeros del Clínico


A MIS COMPAÑEROS DEL CLÍNICO

Vivimos unos días y algunas esperanzas.
Hasta aquí hemos venido de sitios muy dispares,
nos hemos reunido a causa del azar.
Unos hemos llegado más enteros que otros
pero todos bastante heridos y maltrechos.
Cambiamos impresiones, desahogamos angustias,
contamos confidencias. Somos entre nosotros,
unos nuestro pasado, otros nuestro presente,
otros nuestro futuro. Podemos entendernos,
no en vano hemos tenido iguales experiencias
de dolor, de hospitales y de medicación.
Usamos mucho tiempo en forjarnos proyectos
que quizá puedan irse al traste el primer día.

Pedro Casas Serra (11/1991,07)

miércoles, 21 de agosto de 2019

Suena en mi oído tu voz...


SUENA EN MI OÍDO TU VOZ...

Suena en mi oído tu voz
como el aire entre los pinos,
como un silbido divino
rasgando el cielo veloz.

Y esa voz es tan callada,
tan queda, tan ocultada,
que solo la entiendo yo:
unos la toman por viento,
otros por un pensamiento.

Pedro Casas Serra (11-1991,06)

martes, 20 de agosto de 2019

El niño pequeño


EL NIÑO PEQUEÑO

Había una vez un niño
sentado sobre un sombrero,
y era tan pequeño el niño
y era tan grande el sombrero,
que las piernas le colgaban
sin que tocaran el suelo.

Pedro Casas Serra (11-1991,05)

lunes, 19 de agosto de 2019

Como la mariposa...


COMO LA MARIPOSA...

Como la mariposa,
así el amor también muere
cuando se acerca demasiado
a la llama que lo inspira.

Pedro Casas Serra (1991-11,04)

domingo, 18 de agosto de 2019

Recuerdos


RECUERDOS

A veces se cruzan
dos pájaros en el aire,
dos peces en el mar,
dos estrellas en el cielo.

Y una vez se alejan
poco queda ya
sino la sombra de un sueño
de un día tal vez soñado.

Pedro Casas Serra (11-1991,03)


sábado, 17 de agosto de 2019

Platero


PLATERO

¡Platero!, ¡Platerillo!, ¡Platerete!
le decía Juan Ramón con voz muy queda,
y él le respondía
rebuznando suavemente.

En su alforja derecha
llevaba flores rojas
y en la izquierda azules,
en su cabeza un sombrero
y en el cuello cascabeles.

Calló la voz de Juan Ramón
pero resuenan de Platero los cascabeles.

Pedro Casas Serra (11-1991,02)

viernes, 16 de agosto de 2019

Paloma que va volando...



PALOMA QUE VAS VOLANDO...

Paloma que vas volando,
dime tú:
¿De qué color son los campos
sobre los que vas pasando?
¿Cómo son los campanarios
de tantos pueblos y villas?
¿Balan aún por los senderos
las cabras y los corderos?
¿Toman las nubes la forma
de niños y riachuelos?

Paloma que vas volando:
¿Vale la pena volar?
¿Aún es azul el mar?
¿Arrullan en primavera
los palomos a tu vera?
¿Suben las risas del campo?
¿Cruzan por el cielo estrellas
en esas noches tan bellas?

Paloma que vas volando:
¿Vale la pena volar?

Pedro Casas Serra (11-1991,01)

jueves, 15 de agosto de 2019

Instante



INSTANTE

Ha llegado el tiempo
de tumbarse al sol,
de notar su calor
y de ver pasar las nubes.
Hay un fondo de trinos
que acompaña
y pasear es dulce en compañía.
Ayer llovió,
las calles están limpias
y la hierba es más verde.
Sentado en un banco,
veo pasar personas
y las hojas que arrastra el aire.
Las parejas se tumban en la hierba,
los niños juegan,
el tiempo pasa despacio,
y si fuera posible,
quisiéramos detenerlo para siempre.

Pedro Casas Serra (10-05-1991,02)



miércoles, 14 de agosto de 2019

El niño viejo



EL NIÑO VIEJO

A veces, me salen al encuentro
personas que hace tiempo que no veo,
y las reconozco,
pero luego pienso
que por lógica no son ellas
sino que son como eran ellas
hace veinte años.
Ante esto me rebelo
porque para mí no he cambiado
y sigo siendo el mismo
que lloraba de niño
si me dejaban solo.
Y cuando llegue a viejo
- o mejor, me vean como un viejo -
seguiré siendo ese niño
que no ha entendido nada
y que se sorprende
al no ver en el espejo reflejada
su cara rubicunda y mofletuda,
y que se siente triste
porque no encuentra
a su padre, a su madre, a sus hermanas,
a sus amigos, a sus amantes...
y si los ve,
sólo son otros que se les parecen
como otros se parecerán a él
cuando él ya no se parezca a nadie.

Pedro Casas Serra (10-05-1991,01)

martes, 13 de agosto de 2019

Dejo constancia



DEJO CONSTANCIA

Es agradable tomar el sol
tumbado en el césped,
oyendo los pájaros
y oliendo las flores,
refugiarse a la sombra de un árbol,
refrescarse en un río,
bañarse en el mar...

Dejo constancia de ello
para las generaciones venideras.

Cuando el sol no se pueda tomar
ni haya césped,
ni pájaros, ni flores, ni árboles,
y en los mares y ríos no podamos bañarnos,
encerrados en nuestras construcciones
con aire acondicionado y sol artificial,
miraremos películas futuristas
donde saldrán árboles,
flores, césped, pájaros, ríos, mares.

Pedro Casas Serra (07-05-1991)

"LLEIDA.- El juzgado penal número 3 de Lleida ha condenado a dos hombres a 18 meses de cárcel y multa de 1.800 euros, por haber arrojado 33 litros de lejía al río Flamisell, lo que causó la muerte de 1.584 truchas. Además, como responsabilidad civil,deberán indemnizar con 10.000 euros al Ayuntamiento de La Torre de Capdella.
El 27 de junio del 2006 los acusados fueron denunciados por carecer de licencia para pescar. Se dirigieron a un centro comercial y compraron siete garrafas de lejía con el fin de provocar la mayor muerte de peces. Agencias" (La Vanguardia, 20-11-2010)

lunes, 12 de agosto de 2019

Volver a empezar



VOLVER A EMPEZAR

No es posible volver a empezar
ni recorrer otra vez el camino,
todo ha cambiado,
y los ojos no pueden recuperar
esa mirada clara que infunde la ilusión.

Eras descubridor,
caminabas con porte seguro,
sabías lo que eras, a donde ibas,
los nombres de las cosas
y el espacio que habías recorrido.

Luego todo se hundió,
perdiste la inocencia que te hacía gustarte,
la que simplificaba todo
ahorrándote tiempo
y permitiéndote avanzar un paso tras de otro.

Todo es ahora más difícil
al tener que volver a bautizar las cosas:
probar de nuevo el pan,
beber el agua, ensayar la sonrisa...
para luego quizá volver a utilizarlas.

La confianza es la base de la vida
y sobre ella avanzamos,
pero ¿qué pasa
si hay que aprender de nuevo cada cosa
y aprendernos a nosotros mismos?

Al margen es difícil ser feliz,
pero entrar cuesta mucho
cuando has salido medio muerto,
porque no sabes que te llama
y que debes hacer.

Pedro Casas Serra (07-05-1991,03)

domingo, 11 de agosto de 2019

La confusión



LA CONFUSIÓN

¡Qué molesto resulta que la gente me tome por mí!
Cierto que hay motivos de semblanza,
pero yo bien sé que soy muy diferente,
que no tengo ni punto de comparación.

¡Cuánto tiempo pierdo en aclarar que yo no soy yo,
ese ser ruin, cobarde, miserable y mentiroso
al que los demás confunden conmigo
tan fácilmente!

Por un instante se me ocurre
¡qué terrible sería que yo fuera yo
y qué paciencia no habría de tener para aguantarme,
tan aburrido, soso, derrotado!

Pero enseguida salgo de mi error,
pues no deja de ser un disparate
en el que solo pueden caer otros,
esos que no me conocen tan bien como yo mismo.

Pedro Casas Serra (07-05-1991,02)

sábado, 10 de agosto de 2019

La vida en poesía



LA VIDA EN POESÍA

Soñaba que era rey que en trono estaba,
soñaba que era flor que al sol me abría,
soñaba que era alondra que cantaba,
soñaba que era anciano que moría.

Soñaba que un tronar me despertaba,
soñaba que un cantar me adormecía,
soñaba que quien sé aún me amaba,
soñaba que también yo lo quería.

Soñaba con un río en lejanía,
soñaba con la risa que sonaba,
soñaba con el prado en que yacía.

Soñaba con la estrella que caía,
soñaba con la ninfa que lloraba,
soñaba con la vida en poesía.

Pedro Casas Serra (07-05-1991,01)

viernes, 9 de agosto de 2019

El ratón león



EL RATÓN-LEÓN

Érase una vez un ratón
que a veces se sentía león.
En esas ocasiones rugía
y daba zarpazos
y todo el mundo le temía.

Érase una vez un león
que a veces se sentía ratón.
En esas ocasiones corría
y se escondía
y todo el mundo le perseguía.

Y la cuestión era
que el ratón que se sentía león
y el león que se sentía ratón
eran un mismo y único personaje.

Un día nuestro amigo se dijo:
para ser ratón soy demasiado grande
y para ser león demasiado pequeño.

Desde entonces,
dejó de sentirse ratón o león,
pero también dejó de saber lo que era.
(Más o menos como todos nosotros)

Pedro Casas Serra (06-05-1991,03)