martes, 31 de mayo de 2022

Aforismos 12

 

Cuando un poeta se desnuda, sólo cabe abrazarlo.

Los poetas hemos de querer a nuestros lectores.

Un poema es como un árbol: sus raíces te atrapan, sus ramas te elevan.

Un poema que dé calor y arrope los sueños.

Un poema tan bello como para bordarlo en un cojín.

lunes, 30 de mayo de 2022

Aforismos 11

¿Qué es un poeta sino un buscador de palabras? 

Hablar con la naturaleza es normal en los poetas.

Los sueños son el alimento de los poetas.

Dejadme ser poeta aunque no obtenga reconocimiento.

Ningún homenaje mejor para un poeta que recordar su arte.

Aforismos 10

El poeta es el eco de todos los lamentos.

El poeta es un mago, un alquimista.

Los poetas nunca mueren del todo.

Los poetas, como bígamos, vivimos, entre la realidad y la fantasía.

Los poetas somos los últimos optimistas.

 

sábado, 28 de mayo de 2022

Aforismos 09

El poeta debe estar dispuesto a la autocrítica. 

El poeta es un creador de idioma.

El poeta es vecino de la melancolía.

El poeta tiene la capacidad de asombro de un niño.

El poeta transmite toda la belleza del mundo.

Aforismos 08

En un mundo perfecto no haría falta poesía.

Gracias a esos besos escribo estos versos.

No quiero ser poeta, quiero ser corazón.

El poeta es un volcán que de vez en cuando entra en erupción.

El poeta es un acunador de versos.

 

jueves, 26 de mayo de 2022

Aforismos 07

Soledad es otro nombre de la poesía.

El mundo de la poesía es el mundo de la imaginación.

La vida está llena de contradicciones y la poesía las refleja.

La hora de la poesía es la del resplandor de las imágenes.

Amor de la poesía, ningún otro te será tan fiel.

miércoles, 25 de mayo de 2022

Aforismos 06

En poesía, hasta el dolor es bello.

En poesía la forma es fundamental y el fondo esencial.

Un buen poema es una flecha que da en el blanco.

Lo bueno de la poesía es cómo nos sentimos reflejados en ella.

Sería bonito leer, escrito por Platero, "Juan Ramón y yo".

martes, 24 de mayo de 2022

Aforismos 05

La poesía es la más libre de las artes.

La poesía nos desnuda y nos arropa.

La poesía crece en todas partes.

En poesía, el silencio importa tanto como las palabras.

En poesía, la ironía es un plus.

lunes, 23 de mayo de 2022

Aforismos 04

La poesía es lo que quedará de nosotros cuando hayamos muerto.

La poesía nunca es casual.

La poesía procede del balbuceo.

La poesía no se escribe con comas sino con blancos.

La poesía que leemos forma parte de nosotros

domingo, 22 de mayo de 2022

Aforismos 03

 

La poesía se ha de escribir con el corazón caliente y la cabeza fría.

La poesía es una avispa frente al poder.

La poesía hace de la ausencia permanencia.

La poesía ilumina el camino.

La poesía es la quintaesencia del idioma

sábado, 21 de mayo de 2022

Aforismos 02

La poesía se alimenta de nuestra niñez.

La poesía es el lenguaje (de lo) imposible.

La poesía es un líquido destilado por los años.

La poesía, cuanto más es de su autor más es de todos.

La poesía tiene que hablar de cuanto pasa.

viernes, 20 de mayo de 2022

Aforismos 01

Poesía: una biografía a la que le faltan páginas.

Poesía: hacer lo anecdótico trascendente.

La poesía no es la espada, es la herida.

La poesía tiene su propio lenguaje.

La poesía brota cuando no cabe en el pecho.

jueves, 19 de mayo de 2022

Sr. Putin

 

SR. PUTIN


Te aplaudirán los tuyos, Sr. Putin,

pero no te aplaudirá nadie más.

Ocuparás tu lugar en la historia,

pero será el lugar de los asesinos.

Lucirás en tu pecho tus medallas,

una más por cada niño muerto.

Y te acompañará por todas partes

un ingente ejército de cadáveres.


Sentado al otro extremo de tu larga mesa,

no escuchas los lamentos de tus víctimas.

Pero no creas que te saldrás con la tuya,

no se puede vencer a los que luchan

por los suyos, su casa y su futuro.


Pedro Casas Serra (22-03-2022)

miércoles, 18 de mayo de 2022

No nos quieran tanto

 

NO NOS QUIERAN TANTO

No nos quiera tanto, Sr. Putin:
No nos mande sus tanques.
No nos mande sus aviones.
No nos mande sus barcos.
No nos mande sus misiles.

No nos quiera tanto, Sr. Biden:
No quiera nuestra tierra para sus tanques.
No quiera nuestro cielo para sus aviones.
No quiera nuestro mar para sus barcos.
No quiera nuestros hangares para sus misiles.

No nos quiera tanto, Sra. von der Leyen:
No quiera nuestros mercados para sus productos.
No quiera nuestros cereales para sus mercados.
No quiera nuestros minerales para sus fábricas.
No quiera nuestro ejército para sus armas.

Somos 45 millones de ucranianos:
Queremos a nuestra tierra, nuestro cielo, nuestros mar.
Queremos a nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros hombres.
Queremos a nuestras ciudades, nuestros pueblos, nuestros campos.
Queremos a nuestra patria, nuestra cultura, nuestra libertad.

Sres.:
No necesitamos su desinteresada ayuda para morir.
No nos quieran tanto, ¡por favor!

Pedro Casas Serra (02-03-2022)


martes, 17 de mayo de 2022

POEMA PER LA JULIETA

 

POEMA PER LA JULIETA

Et canviaré els bolquers et donaré el biberó et banyaré
et llegiré abans de dormir contes
et duré a escola no et vestiré de rosa si no vols
et deixaré jugar a pilota amb cotxets o amb nines
et duré al zoològic al mar i a la muntanya
cuinaré rentaré escombraré i fregaré tota la casa
compartirem el mando de la tele si jugues a futbol t’aniré a veure
no intervindré en les teves amistats ni preferències
gaudiràs del teu cos com vulguis
reprovaré qualsevol forma de maltractament contra la dona
i més la violació estudiaràs faràs una carrera
científica si vols treballaràs celebraré els teus èxits
acolliré a aquella persona amb qui convisquis també si la canvies
si vols tornar et rebré a casa recolliré als teus fills si en tens a escola
els donaré el berenar els banyaré me'ls quedaré els dissabtes a la nit perquè puguis sortir...



Però no perdis el somriure Julieta: la teva llibertat és la meva.


Pere Casas Serra (28-02-2022)



POEMA PARA JULIETA


Te cambiaré pañales te daré el biberón te bañaré

te leeré antes de dormir cuentos

te llevaré a la escuela no vestirás de rosa si no quieres

te dejaré jugar a la pelota con cochecitos o muñecas

te llevaré al zoológico al mar y a la montaña

cocinaré lavaré barreré y fregaré toda la casa

compartiremos el mando de la tele si juegas al fútbol iré a verte

no me inmiscuiré en tus amistades ni preferencias

gozarás de tu cuerpo como quieras

reprobaré cualquier maltrato a la mujer

y más la violación estudiarás harás una carrera

científica si quieres trabajarás me sentiré orgulloso de tus éxitos

acogeré a aquella persona con quien vivas igual que si la cambias

si deseas volver te recibiré en casa recogeré a tus hijos si los tienes en la escuela

les daré la merienda bañaré los guardaré la noche de los sábados si sales…


Pero no pierdas la sonrisa Julieta: tu libertad es la mía.


Pedro Casas Serra (28-02-2022)

lunes, 16 de mayo de 2022

No existir

 

NO EXISTIR


…………..soy el que ya comienza a no existir

……...…….y el que solloza todavía

………….ANTONIO GAMONEDA


Despuntaba la luz y era agradable moverse en la ciudad. Nadie en la calle y aquel ambiente tibio, que dejaba soñar con la alegría de un mundo tierno y rosa. Frente a la iglesia de las monjas y el colegio de los frailes pedófilos, un banco en el paseo. En el banco, un muchacho, sentado, erguido,.inmóvil, sin mirada en sus ojos abiertos. Una espina de acero gris, colgaba de su brazo.


Estaba oscuro, en la hora incierta que corre de la noche a la mañana. Un autocar en el semáforo esperaba a una colegiala. ¡Corre, que se va, niña!, oí gritar a mis espaldas. Un chirrido de frenos, y explotó el cuerpo como un globo que estalla. Siguió un silencio, de fe, de compasión y de esperanza. Después, inacabable, sólo un larguísimo alariiiiiiiido.


Caían esas horas sosegadas, en que solo se espera la llamada a la mesa. Hacían obras en el edificio, tocaba descolgarse para arreglar el patio. Un mosquetón se abrió gastado por el uso, y flotando, se deslizó la cuerda. Ícaro contra la gravedad, ángel sin alas, intentó inútilmente bracear en el aire siete pisos. Como una flor segada aún caliente, yace la que fue vida.


es la presencia inesperada de la muerte

un aire helado

que congela la imagen

y la preserva para siempre


y uno no entiende

qué extrañas circunstancias

se conjuraron para convocarla

qué ingredientes conforman esa pócima

que algunos beben pronto y otros tarde


no sé

supongo que podría como ellos haber muerto

si mi reloj vital

me hubiera conducido

a un encuentro fortuito

golpe de viento

que paraliza el corazón

nubla la vista y diluye el pensamiento


pero prosigo

más maltrecho

venciendo los obstáculos que salen a mi paso

de una carrera cuyo final presiento

tan asustado como el primer día


Pedro Casas Serra, 06-02-2022

domingo, 15 de mayo de 2022

NADALS 2021

 

NADALS 2021

Temps de Nadal ja ens vens a emmalaltir

portant records d'un temps que va finir


No estan les coses per llençar coets

per confiar-se o per anar distrets


Amb mascaretes i amb un ai al cor

les festejades queden pel record


Correm la via amb tarannà sorrut

la malaltia ens ha dit tururut


Sortir de compres s'ha tornat un llast

evita les gentades ves al parc


Pere Casas Serre (17-12-2021)



NAVIDADES 2021


Navidades nos vienes a enfermar

con recuerdos de un tiempo que no es ya


No están las cosas para echar cohetes

abandonarse o andarse con ñoñeces


Con mascarillas y ay! dentro del cuerpo

se nos van a paseo los festejos


Vamos tirando con hoscas maneras

la epidemia nos dice adiós muy buenas


Salir de compras se ha hecho todo un lastre

evita los gentíos vete al parque


Pedro Casas Serra (17-12-2021)

sábado, 14 de mayo de 2022

DE LA MEMÒRIA

 

DE LA MEMÒRIA


…………….Del que vaig ser, només en tinc

……..………aquest murmurejar de sedes.

…………....PERE GIMFERRER


Avui, on vols anar? ¿A córrer pel camí 

dels arbres que s'abracen tot seguint el riu

fins al seu naixement tan amagat?

O fem el rierol i anem cap a les gorgues

per donar-nos un bany on no arriba ningú?

O prefereixes tirar muntanya amunt fins a l'ermita,

per albirar la vall als nostres peus?

O busquem la cascada on els "bons homes", assedegats,

s'aturaven per beure, quan fugien de França?


No ens espera ningú, no cal que tinguem pressa, 

encara és d'hora i no ha sortit el sol. Esmorzarem

i ens vestirem primer, encara que no crec

que, en aquestes contrades, trobem algú.

Només els arbres ens faran companyia,

les pedres i els matolls amb herbes remeieres,

i, si hi ha sort, alguna papallona ens trobarem.


Tu aniràs al davant fent ziga-zaga,

anhelant córrer, ensumar-ho tot, seguir qualsevol rastre.

I quan, cansats de caminar, arribem a la font,

- la que té bassa per abeurar les bèsties -, descordant-nos la roba,

podrem banyar-nos'hi i després, estirats sobre el camp,

sota l'ombra d'uns arbres,

contemplarem els núvols que es desplacen, els ocellets...


Però, ara, no bordis, Daira, que ningú se’n adoni 

 que feliços som!


Pere Casas Serra (30-10-2021)



DE LA MEMORIA


…………….De lo que fui, tan solo soy

…………….este rumor de sedas.

…………...PERE GIMFERRER


Hoy, ¿a dónde quieres ir? ¿A correr el camino

de los árboles que se abrazan mientras siguen el río

hasta su nacimiento tan recóndito?

¿O, andando el riachuelo, nos vamos a las pozas

para darnos un baño donde no llega nadie?

¿O prefieres subir montaña arriba hasta la ermita,

para otear el valle a nuestros pies?

¿O hallamos la cascada donde los "buenos hombres", sedientos,

paraban a beber, en su huida de Francia?


No es necesario que tengamos prisa, nadie nos espera,

todavía es temprano y no ha salido el sol. Primero

desayunaremos y nos vestiremos, aunque no creo

que, por estos lugares, encontremos a alguien.

Solo los árboles nos harán compañía,

las piedras, los matojos de hierbas sanadoras,

y, si tenemos suerte, alguna mariposa encontraremos.


Siempre haciendo zigzag, tú irás delante,

anhelando correr, husmearlo todo, seguir cualquier señal.

Y cuando, cansados ya de andar, lleguemos a la fuente,

- la que tiene una balsa para abrevar las bestias -, desciñendo la ropa,

nos podremos bañar. Y después, echados en el campo,

a la sombra de árboles,

miraremos las nubes que se van, los pajaritos...


Pero, ahora, no ladres, Daira, ¡que nadie se dé cuenta

de qué felices somos!


Pedro Casas Serra (30-10-2021)

viernes, 13 de mayo de 2022

"SÀTIRA FINAL" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 085_0110


SÀTIRA FINAL

Mare de Déu de Montserrat,
Mare de Déu de Catalunya,
que esteu allí, pròxima i llunya,
atalaiant un disbarat
de gent tranquil·la que s’ensunya:
en els vilatges del costat,
més d’un betzol que vara empunya;
a les masies del pecat,
l’escanyapobres que els espunya;
enllà d’enllà, en la gran ciutat,
de tres madones el posat
(la que té al puny un magistrat,
la que s’entén amb el cunyat,
la que moneda falsa encunya)
i el matrimoni palplantat
guaitant l’estruç i la vicunya.

Balandrejant bufa el carril,
com d’unes oques la filera.
La foradada, per l’estil
d’una estratègica gatera,
del tren s’empassa el projectil
i foragita la fumera.
El Llobregat apar un fil
dé llana bruta, a la vorera
de cada acròpolis fabril.
Un pescador, per cada mil,
cada mig any hi fa pesquera.
Puja el carril de cremallera,
ai!, com el sòpit cocodril
d’una parada escadussera.

Encaixonat dins una arruga
de la muntanya secular,
sense cap pota, com l’eruga,
puja el carril funicular.
Ací a la vora hi ha una espluga
i, enllà d’enllà, trossos de mar.

Solcant la mar, xiulen navilis.
En més de quatre, el mariner
més cap-calent cuina concilis,
i un passatger no està de filis
i cap a Vós mira potser.
I encara us ve la gent a prop,
devotament o esbojarrada:
a l’aigua-anís pren aixarop
una parella enamorada,
i, perquè diu que atura el cop,
un clergue prova marsinada.

La nou-casada té mareig;
un gamarús —ara no el veig—
encara popa regalèssia
que li donaren a bateig;
i sota un arbre del passeig
parlen tres savis de la Grècia.
Vós presidiu tota facècia
sense visible capcineig:
de cada humana peripècia
la vostra amor és safareig.
No sou idíl·lica ni adusta.
Sou amorosa com la fusta
i el pa moresc, que Déu nos do.
Al vostre peu debades tusta
el ploramiques o el corcó.
La vostra mà s’estén, augusta,
per la tutela i el perdó.
I bruna sou d’aquesta olor
de romaní que el cel degusta
i de l’empremta que us ajusta
la beatifica esplendor.

***

Mare de Déu de Montserrat:
ací teniu la ninotada.
Devotament l’he treballat
com un retrat de l’estimada.
Com un ex-vot serà penjada.
Com un raïm esgotimat,
en aquest llibre, ja acabat,
es pansirà, premsada.


Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 085_0210


Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA FINAL

Virgen María de Montserrat,
Virgen María de Cataluña,
que estáis allí, lejana y próxima,
atalayando gran cantidad
de gente mansa que se saína:
más de un inepto que empuña vara
en poblaciones muy colindantes;
el usurero que corta manos
en las masías del pecado;
y más allá, en la gran ciudad,
las maneras de tres señoras
(la que en un puño tiene a un juez,
la que se entiende con el cuñado,
la que moneda falsa acuña)
y el pasmarote matrimonio
mirando al avestruz y la vicuña.

Balanceándose sopla el carril,
como de gansos la ringlera.
La horadada, a la manera
de una estratégica gatera,
del tren se traga el proyectil
y arroja fuera la humareda.
El Llobregat parece un hilo
dé lana sucia, en la acera
de cada acrópolis fabril.
Un pescador, por cada mil,
cada año y medio logra pescar.
Sube el carril del cremallera,
cual soñoliento cocodrilo
de una esporádica parada.

Encajonado en una arruga
de la montaña secular,
sin pata alguna, como una oruga,
sube el carril funicular.
Cerca de aquí hay una cueva
y, muy lejanos, trozos de mar.

Surcando el mar, silban navíos.
En más de cuatro, el marinero
más alocado guisa paliques,
y un pasajero no está de humor
y hacia Vos mira posiblemente.
Y todavía se acerca gente,
alocada o devotamente:
de agua anisada bebe un jarabe
una pareja enamorada,
y, porque dice que para el golpe,
un cura prueba la marsinada.

La maridada siente mareo;
un majadero —que ahora no veo—
aún succiona el regaliz
que le entregaron en el bautizo;
y bajo un árbol del paseo
hablan tres sabios de la gran Grecia.
Vos presidís toda ocurrencia
sin un visible cabeceo:
de cada humana peripecia
es fondeadero vuestro amor.
No sois idílica ni adusta.
Sois amorosa cual la madera
y el pan moreno, que Dios nos dé.
En vuestro pie en vano golpea
el lloraduelos o el pelmazo.
Vuestra mano se tiende, augusta,
para la guarda y el perdón.
Y sois morena de aquel olor
de romero que al cielo gusta
y de la impronta que os confiere
el beatifico esplendor.

***

Virgen María de Montserrat:
aquí tenéis esta historieta.
Devotamente la he elaborado
como un retrato de la amada.
Como un ex-voto será colgada.
Como un racimo desgajado,
en este libro, ya acabado,
se mustiará, prensada.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

 

jueves, 12 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXXV – JOCS D’AMOR" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

SÀTIRA LXXXV – JOCS D’AMOR

Parada al batent de l’aire,
l’amor t’ullarà ben tost.
Ponceila, no et gronxis gaire,
que bota com un llagost;
primer, de l’orella al caire;
després, de la falda al rost.

Sí tan primparada et troba
que, amb un tremolor de pell,
t’espolses els plecs de roba
que serven polsina d’ell,
en ser que obriràs l’alcova,
punxades et fa el turmell.

Amor i dolor fan lliga
i es tenen el guany partit.
Fa veure, l’amor, que triga,
i el passa, el dolor, escondit.
La llàgrima que mustiga
la copsa l’amic ardit.

L’amor, si et ballà la testa,
és aire que ve i se’n va;
si et plau d’aigualir la festa,
és pluja d’abril enllà;
si amarga la boca et resta,
és terra de fanguissar.

Com tija de foc s’abranda
(aquest és son bell costum).
S’esquinça com una randa
el seu torterol de fum.
Irònic, potser, comanda.
Irònic, també, es consum.

Vindrà, massa tard, l’esmena?
Si el deixes, veuràs com ell
les ales plegà a l’esquena
portant-les com un cistell.
Hi posa buirac i bena
com estres de ferro vell.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXXV – JUEGOS DE AMOR

Quieta en el balcón del aire,
te verá pronto el amor.
Niña, no te mezas tanto,
que bota cual saltamontes;
una, de la oreja al borde;
dos, del regazo a la cuesta.

Sí tan endeble te encuentra
que, con un temblor de piel,
te sacudes el vestido
que guarda polvo de él,
cuando la alcoba abrirás,
punzadas te hará el tobillo.

Amor y dolor se unen
y la ganancia reparten.
El amor hace que tarda,
y, oculto, lo entra el dolor.
La lágrima que se mustia
la entiende el amigo osado.

Amor, si baila en la testa,
es aire que viene y va;
si quieres aguar la fiesta,
es lluvia de abril pasado;
si amarga la boca queda,
es tierra de cenagal.

Al fuego, cual raíz se inflama
(esta es su bella costumbre).
Se rasgan como un encaje
sus arabescos de humo.
Irónico, tal vez, manda.
Irónico, tal vez, se agota.

¿Llegará, tarde, la enmienda?
Si dejas, verás como él
cerró alas en la espalda
llevándolas como un cesto.
Ponle acericos y vendas,
avíos de hierro viejo.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

miércoles, 11 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXXIV – DE LA FELICITAT D’UNA MALALTA CRÒNICA" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

SÀTIRA LXXXIV – DE LA FELICITAT D’UNA MALALTA CRÒNICA

Ací em teniu, Senyor. Pobrissona!
Sóc la Senyora Mariona.

Faci’s la vostra santa voluntat!
És a dir: la meva santa voluntat.
És a dir… Ja ho he dit. (No voldria di un disbarat.)

Diuen que el llit més tou apar greny de llicorella.
Si el meu llit és un bancal, és el meu carpó una rella.

El llit, com l’agricultura, ensinistra; llibre obert
on la malalta crònica no es perd.

El llit, mirant al cel, és confortable oratori.
El llit, mirant al món, és un observatori.

Com res no tinc a fer, espio de dia i de nit:
la sensibilitat fa, encaterinada, un crit.

Com res no tinc a pensar, rumio de nit i de dia:
estudio la lliçó de la meva malaltia.

Sóc com una aranya que pilota la sedosa trampa de l’aeronau:
cada víctima fa veure que, l’haver-hi caigut, li plau.

El llit és molt divertit (val més que ventall de dama):
acluco els ulls; tinc oportuna tos; faig paravent d’una cama.

Si gosa a renyar-me algú, ai! ai! ai! que perdo el bleix…
Sóc el doll de la conversa. Els altres hi fan de peix.

La natura, cautament, a cada xacra s’avesa.
I la suplanta amb un truc. I suplantada, la desa.

La dieta em purifica l’emmascara del magí.
Amb petites recaigudes m’entreno per ben morir.

Docta malaltia crònica amb dolceses embolica.
La llarga convalescència no en seria pas tan rica:

el seu benestar precari s’arrossega amb aires de furt
i acaba en sec el dia que el malalt surt.

De la conversa que em volta sóc, naturalment, el tema:
si no m’afalaguen, la frase prenc del costat que més crema.

Quan jo parlo, tots m’escolten amb patètic interès.
Tot m’escau: la pudibundesa no tinc cohibida per res.

Si un paper ridícul faig, el marit el paga:
les amigues que em visiten em diuen: —Rateta!, ma-nyaga!—;

i em planyen pel meu estat
i de veure’m incompresa de la gent que Déu m’ha dat.

Tinc repertori de trucs: kimono, edredó, llum somorta,
quadrant magnífic, fantàstica gorra que cintes comporta…

AI marit, més que mai sol·lícit, res no li he d’agrair.
Li cal pagar les factures sense plany ni límit coquí.


Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 084_0110


No sembla casat ni vidu: com un espectre desfila.
Rebequeries, si em vexa, n’hi faig una bella pila.

i quan, esverat, em passa la mà feixuga pel front,
l’avio qui sap a on.

Els morts evoco, versàtil, com joguines d’infantesa,
quan la fútil companyia dels vivents em fa tristesa.


Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 084_0210


Els professionals em volten i tracten d’afers amb mi:
confés i metge i notari… El marit res no hi pot dir.

A l’hora del comiat el tusten amb ironia.
El metge fa comentaris al curs de la malaltia,

i, emfàtic, condescendent,
que hi discuteixi consent.

El confés diu que sóc santa:
per ço la mort no m’espanta.


Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 084_0310


El notari amb una rècula de testimonis acut:
és tot orelles per mi, i per l’altra gent és mut.

O suprema voluptat de l’ús i í’abús del domini!
Trafico amb les meves coses més enllà del meu termini.

Conec una mà de sants
que no coneixia abans.

N’hi ha a qui els falta un miracle
per al canònic pinacle,

i jo, magnànimament,
accepto l’experiment

de la novena de moda
que a espatlles de Roma roda.

L’agonia, en aquest pas,
serà un eufònic compàs;

una típica ronquera
d’acabament de fal·lera.

Ulls clucs, sentiré de gent
un murmuri impacient,

refrec de peus a l’escala
i d’un àngel els cops d’ala,

fins que em bressarà el confort
d’una arrodonida mort.

Endegada ma persona,
serà encar la Senyora Mariona,

amb un aire volgut,
car no em matarà un mal agut,

sinó de crònica malaltia l’opi.
Seré una morta per dret propi.

I diran: —Sembla un retrat!
S’ho tenia ben guanyat.—


Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 084_0410


Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXXIV – SOBRE LA FELICIDAD DE UNA ENFERMA CRÓNICA

Señor, aquí estoy. ¡Pobreta!
Soy la Señora Mariona.

¡Hágase tu santa voluntad!
Es decir: mi santa voluntad.
Es decir… Ya lo he dicho. (No quisiera decir un disparate.)

Dicen que el lecho más blando parece punta de roca.
Si mi lecho es un bancal, mi coxis es una arada.

Cual la agricultura, el lecho alecciona; libro abierto
donde la enferma crónica en ningún caso se pierde.

El lecho, mirando al cielo, es confortable oratorio.
El lecho, mirando al mundo, es un buen observatorio.

Como no tengo que hacer, de noche y de día espío:
el sentimiento lanza, encaprichado, un grito.

Como no tengo en que pensar, rumio de noche y de día:
estudio la lección de mi padecimiento.

Como una araña, que pilota la sedosa trampa de la aeronave, soy:
cada víctima hace ver que le gusta haber caído.

El lecho es muy divertido (más que abanico de dama):
cierro los ojos; tengo oportuna tos; hago biombo con una pierna.

Si alguien osa reñirme, ay! ay! ay! que pierdo el resuello…
Soy fuente de la charla. De pez hacen los otros.

Con cautela, la natura, a cada lacra se aveza.
Como un truco la suplanta. Y suplantada, la guarda.

La dieta me purifica la máscara del magín.
Con pequeñas recaídas me preparo a bien morir.

Docto sufrimiento crónico, melosamente me envuelve.
La larga convalecencia nunca sería tan rica:

su precario bienestar repta con aires de hurto
y termina en seco el día en que el enfermo se cura.

De la charla que me cerca soy, naturalmente, el tema:
si no me halagan, la frase tomo del lado que quema.

Cuando hablo, escuchan todos con un interés patético.
Todo me está permitido: la pudibundez no tengo limitada para nada.

Si hago un papel ridículo, el marido es quien lo paga:
las amigas que me ven, dicen: —¡Corazón! ¡Ratita!—;

y se apiadan de mi estado
y me ven incomprendida por quienes Dios me ha dado.

Tengo inventario de trucos: quimono, edredón, luz mortecina,
magnífico cuadrante, gorro fantástico repleto de cintas…

AI marido, más que nunca solícito, nada le tengo que agradecer.
Ha de pagar, sin queja ni cicatero límite, las facturas.

No parece casado ni viudo: desfila cual espectro.
Si me veja, le hago un montón de pataletas.

Y cuando, preocupado, me pasa la mano por la frente,
lo envío quién sabe a donde.

Cuando la fútil compañía de los vivos me produce tristeza,
evoco, versátil, los muertos, como juguetes de la infancia.

Los profesionales me rodean y tratan conmigo los asuntos:
confesor, médico y notario… El marido nada puede decir.

Al ir despedirse le palmean con ironía la espalda.
El médico hace comentarios durante el curso de la enfermedad,

y, enfático, condescendiente,
que discuta consiente.

El confesor dice que soy santa:
por eso la muerte no me espanta.

El notario con una recua de testigos acude:
para mí es todo oídos, para los otros mudo.

¡Oh voluntad suprema del uso y abuso del dominio!
Trafico con mis cosas más allá de mi fin.

Conozco muchos santos
que antes no conocía.

A unos les falta un milagro
para el canónico pináculo,

y yo, altruistamente,
accedo a la experiencia

de novena a la moda
hecha a espaldas de Roma.

La agonía, en este impasse,
será eufónico compás;

una típica ronquera
de final de gusanera.

Ojos cerrados, de algunos
oiré un susurro impaciente,

pisadas en la escalera
y de un ángel aleteos,

hasta mecerme el confort
de una conseguida muerte.

Bien dispuesta mi persona,
será aún la Señora Mariona,

con un aspecto querido,
no muerta de un mal agudo,

sino de enfermedad crónica.
Muerta por derecho propio.

Y dirán: —¡Parece un óleo!
Bien ganado lo tenía.—

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

martes, 10 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXXIII – DE LA MOSCA BALBA” de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

SÀTIRA LXXXIII – DE LA MOSCA BALBA

D’un adroguer
piques l’esquer
a mitja calba,
o mosca balba!
Cercant minoves
(allí no en trobes),
pel nas volcànic
vas sense pànic
i en un badiu
fas la viu-viu.
Après el glavi
suques al llavi.
Potser dels ulls
la cera culls
amb un cop d’ala.
No és cosa mala
per tu el replà
on l’herba es fa
d’humida orella.

Qui t’aconsella?
L’instint només?
Un déu revés?
Gelosa dona?
El temps, si trona?
Car fas camí
talment com si
fos ta consigna
de ser maligna.

Fins l’adroguer
per nosa et té
i un poc belluga
la mà feixuga
per fer-te por.
Com un liró
placèvol resta
veient que, honesta,
t’allunyes d’ell
i pel taulell
assats pastures
i amb mil sutzures
estens un fris
aixafadís.

El tuf que ell du
pot més que tu.
Damunt la testa,
per fer-ne festa,
tornada a ser,
ai!, l’adroguer
d’un cop de puny
t’engega lluny.
Fugires, tornes
i, piga, exornes
irreverent
el front turgent.
Que no et refusi,
per llegí el “Brusi”,
ta presa, no.
Ets un corcó
que en pau no deixa.
Per batre’t, queixa
ni repte val.
Per treure’t, cal
patac que et baldis
i, encar no maldis
per ser dempeus,
a cops de peus,
copsada al tros,
deixar-te cos.

Morta com eres,
l’orella esveres
que un punt no perd
del teu concert
imaginari.
Cap herbolari
té un cordial
per aquest mal.
El teu fantasma
es riu de blasme,
jamai xaruc.
Vet ací el truc:
per sempre resta
a dins la testa.

***

De mosca balba
ningú no es salva.
Per mosca tinc
aquell zinc-zinc
de la veïna
que el gat pentina,
i aquell doctor
marejador
que et veu de lluny
i prest et puny
amb xerrameca.
De la hipoteca
la teoria
et conta un dia.
Un altre jorn
digressa entorn
de l’anticresi.
Joc de magnesi
tot ell apar:
estrèpit rar,
llampec de llum
i fum, fum, fum.

Per mosca tinc
el rebaixinc
del sorge homèric,
garrell, colèric,
perdonavides
que don punyides
a les butxaques;
les noies flaques
o les grassones
(potser bessones)
que al braç se’t pengen
i viu se’t mengen
amb llurs mirades
estintolades
com un compàs
a sobre el nas;
i la gosseta
que duu jaqueta
i un cascavell,
i en el turmell
se’t fregaria.
Com de la tia
pubilla és sola,
d’enuig grinyola
si et veu venir,
nebot mesquí.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXXIII – SOBRE LA MOSQUITA MUERTA

¡De este tendero,
picas el cebo,
a media calva,
mosquita muerta!
Buscando quistes
(allí no encuentras),
rondas sin pánico
nariz volcánica
y en una fosa
vas subsistiendo.
Luego en el labio
mojas tu espada.
Cera en los ojos
quizá cosechas
de un golpe de ala.
No te incomoda,
a ti el rellano,
donde la hierba
crece en la oreja.

¿Quién te aconseja?
¿Sólo el instinto?
¿Dios revelado?
¿Mujer celosa?
¿Cielo, si truena?
Pues que caminas
tal como si
fuese consigna
el ser maligna.

Hasta al tendero
causas molestia
y agita un poco
la torpe mano
para asustarte.
Como un lirón
plácido resta
viendo que, honesta,
te alejas de él
y en el tablero
suciedad pastas
y con mil pringues
formas un friso
despachurrado.

Levanta un tufo
mayor que el tuyo.
Vuelta a posar
sobre la testa
para hacer fiesta,
¡ay!, el tendero
de un manotazo
te envía lejos.
Huiste, vuelves
y, peca, adornas
frente turgente,
irreverente.
Por leer el “Brusi”,
no te rehúse
tu presa, no.
Eres carcoma
que en paz no deja.
Para abatirte,
no sirve queja.
Para alejarte,
preciso es golpe
y, si consigues
quedar en pie,
a pisotones,
tirado en tierra,
dejar tu cuerpo.

Estando muerta,
la oreja asustas,
sin perder nota
de tu concierto
imaginario.
No hay herbolario
con un cordial
para este mal.
Aún tu fantasma
ríe con reproche,
jamás decrépito.
He aquí el truco:
por siempre resta
dentro la testa.

***

De mosca muerta
nadie se salva.
Por mosca tengo
aquel zinc-zinc
de la vecina
que el gato peina,
y aquel doctor
mareador
que te ve lejos
y te golpea
con parloteo.
De la hipoteca
la teoría
te cuenta un día.
Al otro día
discurre en torno
de la anticresis.
Todo él parece
luz de bengala:
extraño estrépito,
luz de relámpago,
y humo, humo.

Por mosca tengo
el respigón
del sorche homérico,
zambo, colérico,
perdonavidas
que puñetazos
da en los bolsillos;
las chicas flacas
o las rollizas
(quizás gemelas)
que se te cuelgan
y te devoran
con sus miradas
apuntaladas
como un compás
en la nariz;
y la perrita
con chaquetita
y un cascabel,
que en tu tobillo
se frotaría.
Como de tía
es heredera,
sobrino ruin,
cruje de rabia
al llegar tú.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

lunes, 9 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXXII – DE LES AMORS SUCCESIVES" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 082_0110


SÀTIRA LXXXII – DE LES AMORS SUCCESIVES

I

De Petronella, vídua, se m’imposà l’esclat.
És elegant i bruna com un rebrot d’alzina.
La seva ullada em sotja i gairebé m’espina.
La seva destra dura em torç la voluntat.

I après hi juga irònica. Un arc se’n fa, vinclat;
del tocador mirífic l’esmalta amb la polsina,
i gira la sageta contra la ferma sina
i el braç empeny la corda que es plany amb feredat.

Atura’t, oh Diana!, però ton urc atura.
Mon esperit adollàs al gorg de ta fretura.
Del truc que m’enternia em serviré, viril.

Un dia ta expertesa caurà com una escorça.
L’adolescent tos braços, d’amor, farà retòrcer
i un collaret de llàgrimes et nuarà subtil.

II

De Petronella, vídua, no vaig trencà el parany.
Amb braços d’amazona senyorejà mes ires;
mes llàgrimes s’eixuguen en el seu coll, guspires
que amb llur alè m’escalden els ulls per més engany.

Debades s’avalota el meu despit o es plany.
Ma sobirana passa, per rues i per fires,
amb enrenou de besos, de flautes i de lires.
L’exhausta morbidesa rejoveneix l’afany.

I, mentrestant, la casa a poc a poc s’enruna,
i la nissaga aixeca la mà per una engruna,
i jo esdevinc custodi en l’ampla solitud.

De cada estrella plora un rajolí de cendra
com si la melangia les acabés de fendre
perquè de nits no vegin mon benestar perdut.

III

Ja l’ànima refeta domina el desconhort.
De Filomena, casta i pàl·lida cosina,
m’esguarda la bonesa, ara que el jorn culmina,
com el xiprer domèstic que presideix un hort.

En l’aromada tofa mos fills hauran confort
com l’ocellada ingènua que amb fulles es pentina.
La vida serà afable com rajolí de mina
i dúctils com falgueres els braços de la mort.

Més que Minerva, docta és la muller de casa.
Ella del foc efímer sap conservar la brasa.
Ella aprofita l’ímpetu del vent que eixona el greny.

Ella, que amb l’aigua juga, encara se’n persigna.
Ella la terra pròdiga personifica, digna.
El cor es torna gràvid amb l’amistat del seny.

IV

Bé està el xiprer domèstic. I és tanmateix obscur
si el joc no el transfigura d’un roserà en garlanda.
Ell és columna dòrica que es vincla d’una banda,
i és, cada rosa, fràgil escuma de l’atzur.

De Filomena casta jo fui l’espòs impur.
Em revoltà amb son llavi que, insinuant, comanda,
i amb son esguard sol·lícit, que es vela d’una randa
de caritat més fina que el fingiment perjur.

Muller de casa fores. Esquerpa assats, volgueres
que sense tu la ruta esmoli amb mes carreres.
Oh solitud de l’ànima en el mundà zenit!

Una virtut massa íntima ens dol com una intrusa
que amb l’esmocada llàntia, brotó de llum difusa,
ens fa massa visibles els claps de l’esperit.

V

Inútil Madroneta, puel·la en el creixent,
trepig d’ocell i cara oval, embadalida:
com una vinya verge t’aboques a l’eixida,
verd d’aigua, groc de marges i porpra de ponent.

La vinya verge imita, per ondulà en el vent,
un cor en cada fulla. Perdona’m la punvida
si d’una fulla em firo que servaré escondida
com rebutjat principi d’enamoriscament.

Ves què diria Venus si, vellardàs, sotjava
la fadrineta núbil, com ella rosa i blava.
En el meu llit hieràtic expiaria el tort.

De la fillada, atònita, començarà l’estrèpit
a percudir la testa d’aquest galant decrèpit
que festejant la vida maridarà la mort.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXXII – SOBRE LOS AMORES SUCESIVOS

I

De Petronila, viuda, me alcanzó el resplandor.
Elegante y morena cual retoño de encina.
Su mirada me acecha y casi me lastima.
Su dura mano diestra tuerce mi voluntad.

Lo sabe y juega irónica. Un arco se construye;
lo esmalta con polvillo del tocador mirífico,
y acercando la saeta contra el sólido seno,
pulsa el brazo la cuerda que se queja con grima.

¡Detente, oh Diana!, pero detén tu orgullo.
Mi espíritu se vierte en poza de carencia.
Del ardid que me ahondaba me serviré, viril.

Un día tu pericia caerá cual corteza.
El efebo tus brazos, de amor, hará doblar
y con collar de lágrimas te anudará sutil.

II

De Petronila, viuda, no destruí el hechizo.
Con brazos de amazona señoreó mis iras;
mis lágrimas se enjugan en su cuello, chispazos
que, con su aliento, escaldan mis ojos por más burla.

En balde se subleva mi despecho o se queja.
Mi soberana pasa, por rúas y por ferias,
con ajetreo de besos, de flautas y de liras.
La exhausta morbidez rejuvenece el ansia.

Y, entretanto, la casa despacio se arruina,
y la prole levanta por una miga el brazo,
y yo me hago custodio en la amplia soledad.

De cada estrella llora un chorro de ceniza
como si la nostalgia las hubiera fundido
para que así no vean mi bienestar perdido.

III

Ya el ánima rehecha domina el desaliento.
De Filomena, casta y desvaída prima,
me observa la bondad, ahora que el día acaba,
como el ciprés doméstico que en el huerto destaca.

En la aromosa copa tendrán confort mis hijos
como nidada ingenua que con hojas se peina.
La vida será afable cual chorrillo de mina
y blandos como helechos los brazos de la muerte.

Más que Minerva, docta es la mujer casera.
Ella del fuego efímero sabe guardar la brasa.
Ella aprovecha el ímpetu de aire que esparce greda.

Ella con agua juega, no obstante se persigna.
Ella la tierra pródiga personifica, digna.
El corazón aploma con la amistad del juicio.

IV

Bien está el ciprés. Sin embargo es oscuro
si un rosal en guirnalda no nos lo transfigura.
Él es columna dórica que se inclina hacia un lado,
y es, cada rosa, frágil espuma del azul.

De Filomena casta yo fui el esposo impuro.
Me sublevó con labio que, insinuante, impera,
y su mirar solícito, que se oculta tras orla
de caridad más fina que la doblez perjura.

Mujer casera fuiste. Algo arisca, quisiste
que el camino, sin ti, aguce mi andadura.
¡Oh soledad del alma en el cenit mundano!

Virtud por demás íntima nos duele cual intrusa
que con dispuesta lámpara, brotó de luz difusa,
haciéndonos visibles las manchas del espíritu.

V

Inútil Madronita, doncella en ascensión,
pisada de ave y cara, oval, embelesada:
como una viña virgen te abocas en el patio,
de verde agua, oro margen y púrpura de ocaso.

La virgen viña imita, por ondular al viento,
hojas cual corazones. Perdona la punzada
si me agencio una hoja que guardaré escondida
cual rechazado inicio de enamoriscamiento.

Qué nos diría Venus si, senil, observara
la doncellita núbil, como ella rosa-azul.
En mi lecho hierática purgaría el agravio.

De la prole, atónita, comenzará el estrépito
a percutir la testa de este galán decrépito
que rondando la vida maridará la muerte.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

domingo, 8 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXXI – DIÀLEG ETERN DE MODES" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

Guerau de Liost: Sàtires, 1927 - Página 3 081_0110


SÀTIRA LXXXI – DIÀLEG ETERN DE MODES

Mr.:

—Missenyora, no val d’escurçar la faldilla.
Aviat no sabré si vós sou vostra filla,
amb la mitja diàfana i la cama exhibint…—

Mra.:

—De quin mestre sorrut esvaloto l’instint?
¡Quants de segles no fa que us llevàreu la toga
i la cama exhibiu! No és eròtica droga?
I no val d’al·legar que porteu pantalons
tubulars com bambús. Cada cuixa és al fons
com la saba carnal de la cama més fina
que articula en el circ la innocent ballarina.—

Mr.:

—De la moda innocent, Missenyora, em desplau,
no l’intent femení, sinó l’hòrrida allau,
í Per ventura no sé que hi ha manta donzella
d’arborada beutat, de conversa trapella,
que deixava confús el minyó primerenc
i el gat vell en el límit desnonà de l’avenc,
i era tímida núvia en la vasta carrossa
i frissava d’amor, ignorant de la noça?
La puresa no cal tapar d’ulls com la Fe.
La puresa, amb els ulls, purifica el deler.—

Mra.:

—Missenyor, ¿no caldrà, si la moda recula
i la dona abilleu com anònima mula,
que el marit a la noça vagi d’esma, ignorant
l’estructura del cos de l’esposa? i, per tant,
l’endemà, penedit de l’escarn del consorci,
el divorci jugant, a trencar-lo s’esforci?
Si la testa colleu al collet de midó
que la nuca burxà, que encetava el mentó;
si engavanya el turmell un vestit de sis canes
i la sina oprimiu amb ferrisses baranes
i la mànega el jou de l’espatlla malmet;
tant se val que la dona segresteu amb paret
com en el musulmà gineceu d’una vila
que en la Bètica dorm o en el Bòsfor vigila.—

Mr.:

—Missenyora, tot just començava de dir…
Som en terra d’alarbs o en un barri llatí? —

Mra.:

—Som en terra de gent que no tanca les dones
ni les ferma del cor perquè siguin més bones.
És per ço, Mestre Tites (que la dona estrafàs
com un ètic volum que no té només nas),
que habitues jovent a l’eròtic preludi
de suplir, de l’esguard, amb el tacte, l’estudi.
Aleshores la pell, que és el més corporal
dels sentits i el més orb, us fa caure en el mal
de no veure talment que una amiga us amoixa
perquè passi de frau que és garrella, que és coixa,
que té un ull divergent del mirar de l’altre ull
sota el joc trivial d’una clapa de rull.
¿La donzella no us plau, generosa de tracte,
amb la túnica al vent, atractívola, intacta?—

Mr.:

—Missenyora, tot just començava de dir…
¿I aquest rígid tallat de cabells, masculí,
que la nuca exhibeix i l’encís de les trenes
sacrifica a l’oblit…? ¡Llargues trenes, cadenes
de romàntica amor temorega i lleial…!—

Mra.:

—Missenyor, comenceu per combatre aquest mal
i deixeu-vos-les vós, com l’homèric Atrida.
Vostra nuca, també, incitant, prohibida,
exhibeix la fal·làcia d’un tallat masculí.—

Mr.:

—No és tot u. Cada sexe té vedat un jardí.—

Mra.:

—Aleshores, amic, podré jo portar espasa,
car la cara us deixeu tanquam tabula rasa,
amb la vella raor o la nova gillette.
Una cara de monja el baró compromet.
El bigoti d’antany i les doctes patilles
i la mosca viril eren armes senzilles.
El parany evident gairebé sembla cast.
El diable és un coc. Mai no fa rodar l’ast:
prefereix el tupí que invisible murmura
o de l’olla rural la secreta mixtura.
Un noctàmbul pelut és un foc d’encenalls,
un auriga vistent que esvalota els cavalls.
Caldrà témer l’amic de la pell que s’aflama
amb un rosa discret com la pell d’una dama,
i del llavi carnal, una mica barroc,
que no mostra de pèls agressiu estaloc.—

Mr.:

—I del tòxic encís, de la mòrbida aroma
que insuflava la serp sobre l’àcida poma,
de l’exòtic perfum que el magí femení
es projecta a la carn i la’n fa precedir,
Missenyora, no puc expressar-vos el blasme?—

Mra.:

—Si el perfum precedeix, ens segueix el sarcasme.
¿Per què no, si el perfum és un químic duel,
una síntesi lúbrica que embriaga l’estel?
Hi ha perfum de pecat, amb polsines de fusta
que la santa virtut de ser netes disgusta.
No és la flaire d’espígol, és fortor de donzell;
no és aroma d’acàcia, és un vi de rovell;
no és la rosa de l’arç, és el mesc que s’arbora.
Ço que exalta l’instint, ho defèn Missenyora.—

Mr.:

—Missenyora, perdó.Però ¿el cànon modern
del vestit massa curt no és un truc de l’infern?—

Mra.:

—Potser sí, potser no. Molt depèn de qui el porta.
Una fulla bastà per l’edènica horta.
Un vestit rigorós de la nuca al taló,
pot trair de la carn la maligna encesor,
amb misteri latent, amb miratges de fada,
amb el gruix quaresmal d’un vellut d’estelada.—

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXXI – ETERNO DIÁLOGO SOBRE MODAS

Sr.:

—Señora, no es posible acortar más la falda.
Pues pronto no sabré, con la media diáfana
y la pierna exhibiendo,  si su hija es usted…—

Sra.:

—¿De qué maestro huraño alboroto el instinto?
¡Cuántos siglos no hace que os sacasteis la toga
y la pierna exhibís! ¿No es erótica droga?
Y no vale alegar que lleváis pantalón
tubular cual bambú. Cada muslo está al fondo
cual la savia carnal de la pierna más fina
que articula en el circo la ingenua bailarina.—

Sr.:

—De la moda inocente, señora, me disgusta,
no el femenil intento, sino el horrible alud,
¡Acaso no conozco que hay algunas doncellas
de encumbrada belleza, de charla marrullera,
que dejaban confuso al mozo primerizo
y al experimentado al borde del abismo,
y eran tímida novia en la amplia carroza
y de amor se angustiaban, ignorantes de boda?
La pureza no es preciso vendar como la Fe.
La pureza purifica el deseo con sus ojos.—

Sra.:

—Señor, ¿no ocurrirá, si la moda recula
y a la mujer vestís cual anónima mula,
que el marido a la boda vaya maquinalmente, ignorando
la forma del cuerpo de la esposa? y, por tanto,
mañana, arrepentido del fraude del consorcio,
emprendiendo el divorcio, en romperlo se esfuerce?
Si la cabeza uncís al cuello de almidón
que punzaba la nuca, que irritaba el mentón;
si embaraza el tobillo un traje de seis cañas
y el seno comprimís con férreas varillas
y la manga la fuerza del hombro hecha a perder;
da igual que a la mujer encerréis tras un muro
como en el gineceo musulmán de una villa
que en la Bética duerme o en el Bósforo vela.—

Sr.:

—Señora, solamente comenzaba a exponer…
¿Es ésta tierra de árabes o es un barrio latino? —

Sra.:

—Estamos entre gente que no encierra mujeres
ni ata su corazón para que sean buenas.
Por eso, Maestro Titas (que la mujer recreas
como un conjunto ético que no ha solo nariz),
que avezas a los jóvenes en el preludio erótico
de suplir, con el tacto, de la vista el estudio.
Entonces, la epidermis, que es el más corporal
y ciego de todos los sentidos, os induce al error
de no ver de esta forma que una amiga os halaga
por ignorar el fraude de que es zamba o coja,
que tiene diferente el mirar de cada ojo
bajo el juego trivial de un cabello rizado.
¿No os gusta la muchacha, de trato generoso,
con la túnica al viento, incólume, atractiva?—

Sr.:

—Señora, solamente comenzaba a exponer…
¿Y este rígido corte de pelo, masculino,
que descubre el cogote y el dulzor de las trenzas
sacrifica al olvido…? ¡Largas trenzas, cadenas
de romántica amor espantadizo y leal…!—

Sra.:

—Señor, empiece usted por lidiar este mal,
déjeselas usted, como homérico Atrida.
Vuestra nuca, también, incitante, prohibida,
exhibe la falacia de un corte masculino.—

Sr.:

—No es igual. Cada sexo tiene un jardín vedado.—

Sra.:

—Pues entonces, amigo, podré llevar yo espada,
pues la cara usted deja tanquam tabula rasa,
con la vieja navaja o la nueva gillette.
Una cara de monja al varón compromete.
El bigote de antaño y las doctas patillas
y la mosca viril eran armas sencillas.
La manifiesta trampa casi parece casta.
El diablo es un chef. No hace girar el ast:
prefiere la cazuela que murmura invisible
o de la olla rural la secreta mixtura.
Un peludo noctámbulo es un fuego de astillas,
un auriga vistoso que encrespa a los caballos.
Habré de huir de amigo de una piel que se enciende
con un rosa discreto cual la piel de una dama,
y del labio carnal, un poquito barroco,
que no muestra de pelos agresivo ramaje.—

Sr.:

—Y del tóxico encanto, del delicado aroma
que insuflaba el reptil en la ácida manzana,
del extraño perfume que el femenino ingenio
se proyecta en la carne y la hace preceder,
Señora, ¿yo no puedo expresarle censura?—

Sra.:

—Si el perfume precede, el sarcasmo nos sigue.
¿Por qué no, si el perfume es un químico duelo,
una síntesis lúbrica que embriaga a las estrellas?
De pecado hay perfume, con polvos de madera
que la santa virtud de ser limpias disgusta.
No es aroma de espliego, es hedor de doncel;
no es aroma de acacia, es vino enmohecido;
no es la rosa de espino, es almizcle que crece.
Defiende esta señora lo que el instinto exalta.—

Sr.:

—Perdone usted, señora. Pero ¿el canon moderno
del vestido muy corto no es truco del infierno?—

Sra.:

—Quizás sí, quizás no. Según quién lo utilice.
Una hoja bastó para el jardín edénico.
Un traje riguroso de la nuca al talón,
puede el maligno encanto traicionar de la carne,
con misterio latente, con espejismos de hada,
con grosor cuaresmal de bóveda afelpada.—

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

sábado, 7 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXX – DE LES DONES DEL CÀNTIR" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

SÀTIRA LXXX – DE LES DONES DEL CÀNTIR

Els homes, ben mirat, són ànimes de càntir:
cal que la dona els ompli i, encara, que els aguanti.
Per ço les dones porten els càntirs a la font.
Sovint la trencadissa trencava més d’un son.
A la finestra surt irada una veïna.
Com era per merèixer i vella, s’enverina.
I, mentrestant, d’un càntir que no rutllà prou llest,
bon goig si de la nansa encara penja un test.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXX – SOBRE LAS MUJERES DEL CÁNTARO

Los hombres, bien mirado, son ánimas de cántaro:
falta hace que la mujer los llene, y aún que los aguante.
A la fuente, por eso, las mujeres, llevan los cántaros.
A menudo el destrozo rompía más de un sueño.
A la ventana sale airada una vecina.
Como por merecer y vieja estaba, se envenena.
Y, entretanto, de un cántaro que no fue lo bastante ligero,
hemos de estar contentos si del asa aún cuelga una maceta.

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)

viernes, 6 de mayo de 2022

"SÀTIRA LXXIX – DELS QUE TORNEN" de Guerau de LIost (Sàtires, 1928)

 

SÀTIRA LXXIX – DELS QUE TORNEN

D’una sogra gaudia que era una ovella,
de perruca versàtil, nuca vermella
i una ullada tan molla, de blau passat,
que les parpelles ploren com un teulat.

La Mort, que no respecta cap jerarquia
i un regidor se’n porta com se’n duria
el fill de la portera coixet i groc,
a la sogra diu: —Sogra, d’aquí no em moc.—

I per treure de casa l’hòrrida intrusa
que ni el decor tenia de portar brusa,
la sogra li donàrem. Terrible escot!
I encara sort qui sogra donar-li pot.

Passaren anys. Un vespre que pedregava
i la foguera nítida sos ulls em clava,
dels calamàstecs bota, negre embalum,
la sogra, que al cel sigui, grumoll de fum.

Jo que les filles crido, crido la dona,
el gat i les serventes. Encara trona.
Tothom s’acaramulla davant la llar.
I ens presideix la sogra. Vivent apar.

A mesura que parla, — No t’esvalotis—,
a cadascú prescriuen els seus bigotis;
però del cel ens parla, tòpic encès,
amb un accent angèlic que no fa el pes.

Per ella ja no dura, gentil, la terra
que per l’atzur galopa com una verra
que ensinistrada empaita la lluna, el sol,
rodelles d’una pista d’amplíssim volt.

De cap llaminadura diu que fa festa.
No li calen rosaris. Branda la testa
si la xicalla mira com s’entreté
fent joguines de canya, galls de paper.

Diria’s que la vida se’ns torna fada
de senti aquella sogra tan desmenjada.
De modes parla antigues. Qui sap on són!
Es veu ben bé que torna de l’altre món.

Així el parent que passa molt temps a Amèrica
i en torna amb una dona mulata, esfèrica,
que cigarretes fuma, que beu conyac
i les ungles es deixa com un xerrac,

ni d’Amèrica el ritme calmós conserva,
ni de casa retroba, llar de Minerva,
aquell punt de madura serenitat.
Entre un costum i altre, còmic s’esbat.

Ma renadiua vella d’àngel no mostra
ni els cabells ni les ales. Baixa del sostre
com bomba que es desinfla. Son aire tou
tampoc no és de la dona que en vida fou.

És com una mixtura tan aigualida
que no té vida cèlica, ni humana vida.
Em fa tossir la pluja dels seus corquims.
Acabaré per dir-li: —Torneu als Llims.—

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
Ilustracions de Xavier Nogués


*


SÁTIRA LXXIX – SOBRE LOS QUE VUELVEN

De una suegra gozaba que era una oveja,
de peluca versátil, nuca bermeja
y un mirar tan mojado, de azul pasado,
que los párpados lloran como un tejado.

La Muerte, que no guarda ninguna jerarquía
y a un concejal se lleva como se llevaría
a un hijo de portera cojito y pálido,
dice a la suegra: —Suegra, aquí me quedo.—

Y para echar de casa la horrible intrusa
que ni el pudor tenía de llevar blusa,
le dimos a la suegra. ¡Terrible cuota!
Y suerte aún quien puede dar a la suegra.

Pasaron años. Un día que llovía
y la nítida hoguera su ojo me clava,
de las cadenas salta, negro envoltorio,
la suegra, esté en el cielo, grumo de humo.

Yo que llamo a las hijas, y a la mujer,
el gato y las sirvientas. Todos van de cabeza.
Todo el mundo se agolpa ante el hogar.
Y preside la suegra. Vivo fantasma.

A medida que habla, — No te alborotes—,
a cada cual ordena con sus bigotes;
mas del cielo nos habla, tópico ardiente,
con angélico acento que no convence.

Para ella ya no existe, gentil, la tierra
ya que el cielo galopa como una bruja
que adiestrada persigue el sol, la luna,
círculos de una amplísima pista de vuelo.

Ninguna chuchería dice hace fiesta.
No precisa rosarios. Mueve la testa
si observa a los chiquillos como se ocupan
con gallos de papel, juegos de cañas.

Diríase que la vida se vuelve maga
de oír a aquella suegra tan desganada.
Habla de antiguas modas. ¡Quién sabe dónde paran!
Se ve muy bien que vuelve del otro mundo.

Cual pariente que pasa mucho tiempo en América
y se trae mujer, mulata, esférica,
que fuma cigarrillos, bebe coñac
y las uñas se deja como un serrucho,

ni de América el ritmo lento conserva,
ni de casa reencuentra, lar de Minerva,
el punto de madura serenidad.
Entre una y otra moda, cómica, se menea.

Mi renacida vieja no muestra de ángel
ni cabellos ni alas. Baja del techo
cual globo se desinfla. Su blando aspecto
no es tampoco el de aquella que en vida fue.

Es como una mixtura bastante aguada
sin vida celestial, ni humana vida.
Me hace toser la lluvia de su serrín.
Acabaré diciéndole: —Vuélvase al limbo.—

Guerau de Liost, Sàtires, 1927
(Versión de Pedro Casas Serra)