lunes, 30 de noviembre de 2020

AFANYEM-NOS

 

AFANYEM-NOS


Missenyora la Mort

ha volgut visitar-me

JOAN SALVAT-PAPASSEIT


Afanyem-nos

que arribarà el capvespre

i no ens n’adonarem i serà fosc.

I la vesprada és freda,

que la lluna és maldestra

i té un afany de sang,

que observa, mirall blanc, i riu de la desfeta.


Afanyem-nos,

que és curta la travessa i molt més la baixada.

I la pedra rodola i s'esmuny.

Negre serà demà – Negre serà per sempre.

I tot és Negre sempre:

On el no-res ens espera impacient.


Afanyem-nos,

perquè la llum s'escurça,

i arribarà la nit abans no ens n’adonem.

Tot i que l'esperem, vindrà de sobte

perquè des que naixem comencem a morir.

I no som arrels fortes

sinó fulles marcides

que pels aires s'enduu la tempesta.


Afanyem-nos,

perquè la mort s'amaga darrere la porta.

No sabem quan ni a qui

durà l'últim sospir

i sobre el cap més ferm caurà la seva espasa.


Pere Casas Serra (19-05-2015)



DÉMONOS PRISA


Mi Señora la Muerte

ha querido visitarme

JOAN SALVAT-PAPASSEIT


Démonos prisa

que llegará la tarde,

no nos daremos cuenta y se hará oscuro.

Y el crepúsculo es frío,

que la luna es inhábil

y tiene afán de sangre,

que observa, espejo blanco, y ríe del desastre.


Démonos prisa,

que el recorrido es corto y aún lo es más el descenso.

Y la piedra rueda y escurre.

Negro será mañana – Negro será por siempre.

Y todo es Negro siempre:

donde la nada nos espera impaciente.


Démonos prisa,

porque la luz se acorta,

y llegará la noche antes de darnos cuenta.

A pesar de esperarla, vendrá de golpe

pues desde que nacemos rompemos a morir.

No siendo raíces fuertes

sino hojas marchitas

que en el aire se lleva la tormenta.


Démonos prisa,

porque la muerte se esconde tras la puerta.

No sabemos cuándo ni a quién

traerá el postrer suspiro

y sobre qué cabeza se abatirá su espada.


Pedro Casas Serra (19-05-2015)

domingo, 29 de noviembre de 2020

La gesta del gato y el dragón

 

LA GESTA DEL GATO Y EL DRAGÓN


Para el Encuentro de Aires de Libertad en España 2015


Pues aquí reunidos

en tan fausta ocasión,

os cantaré la gesta

del gato y el dragón.


Érase un dragón

- de Comores, por cierto -

que nació de su especie

el más pequeño y tuerto.


Y también un minino

que aún no echaba los dientes,

ni garras afiladas

lucía de felino.


Pero estos dos estetas

brillaban en la red

luciendo sus encantos

de divinos poetas.


Un día se enzarzaron

en cruda discusión

por lograr de una dama

su altivo corazón.


Así el dragón bramaba

y rugía el felino,

y cada cual decía

la palabra más brava.


Por zanjar la cuestión,

indicoles la bella

se batieran en duelo

por obtenerla a ella.


Y así quedó resuelto

combatieran al alba,

que dicen que a esa hora

la ocasión pintan calva.


Al escoger padrinos,

los torpes contendientes,

prefirieron hacerlo

sin ojos y sin dientes.


No vieran de esta forma

su clara villanía

y fueran a contarlo

en internet un día.


Se pusieron de acuerdo

para elegir las armas:

uno las ofensivas,

otro las defensivas.


Pensó el dragón con tiento

que para protegerse,

le convenía mucho

al padre parecerse.


Y así, para esconder

su esmirriada figura,

una lupa eligió

para ganar altura.


El minino, a su vez,

se sabía indefenso

y no fió a la suerte

preservarse la tez.


Sin uñas y sin dientes,

creyó que en el ataque,

poco daño le haría

un débil mondadientes.


Cerrada la cuestión

y llegada la hora,

se iniciaba la lid

¡qué pavor! con la aurora.


Iban los dos cubiertos

de sendas armaduras

que no dejaban ver

¡ni así! de sus hechuras.


El gato tras su lupa

vio muy grande al dragón

y se dijo asustado:

¡de tripas, corazón!


Y el dragón temeroso

blandía el mondadientes

con un miedo horroroso

y castañeo de dientes.


Quiso mala fortuna

que por azar malvado,

entrara el mondadientes

por celada gatuna.


Y pinchole al minino

en su pobre nariz

quedando muy sentido

el gatito infeliz.


Estimaron los jueces

por los maullidos dados,

que el honor en cuestión

estaba ya saldado.


Y se fueron los seis

a tomar unas copas

y reponer la sangre

vertida en cuatro gotas.


Ésta es la real historia

que en su lecho de muerte,

me contó un contendiente

y nos llegó por suerte.


Otra cosa es lo que ambos

colgaron en la red,

que ya se sabe como

son los vates, ¡pardiez!


Pedro Casas Serra (02-02-2015)

sábado, 28 de noviembre de 2020

La calle

 

LA CALLE


Parece que llueve

pero es la ducha del vecino a las seis de la mañana.


Había una calle ancha y larga,

tan larga como un día sin pan.


Había coches que iban y venían

como la cremallera del jersey de una adolescente.


Había árboles que en otoño lloraban al caerles las hojas

y reían en primavera cuando les salían.


Había casas sobre las aceras

en que nacían, vivían y morían personas ininterrumpidamente.


Por las noches colgaban estrellas de los balcones

que no eran sino las farolas del alumbrado público.


También había estrellas fugaces

que no eran sino las luces de los coches al pasar.


Por las mañanas, la gente salía de sus casas con aspecto de

……………………...……………verdugo que va al trabajo,

y regresaba por las noches con aspecto de verdugo satisfecho.


No había flores en los balcones,

solo algún que otro aparato de aire acondicionado.


El niño chutó la pelota, el cristal se rompió y este poema acabó.


No quisiera ser el protagonista de una historia tan triste,

sobre todo al comenzar el año,

por eso cierro los ojos y procuro dormir.


Había una calle ancha y larga,

tan larga como un día sin amor...


Pedro Casas Serra (07-01-2014)

viernes, 27 de noviembre de 2020

Diógenes de Sínope (Sonetos griegos)

 

DIÓGENES DE SÍNOPE


No dejó nada escrito

pero cuentan de él

que era pobre y vivía en un tonel,

que a la luz de un candil buscaba un hombrecito,


que con muy poco se quedaba ahíto,

que criticaba cruel

gastar mucho oropel

y la costumbre le importaba un pito,


que Platón le llamó

Sócrates delirante

y que un día, teniendo a Alejandro delante,


cuando todo su reino le ofreció,

díjole algo que aún hoy nos asombra:

- Quita, que me haces sombra.


Pedro Casas Serra (26-11-2014)

jueves, 26 de noviembre de 2020

Cleobis y Bitón (Sonetos griegos)

 

CLEOBIS Y BITÓN


Estos que te parecen dulcemente dormidos,

Cleobis y Bitón, gemelos en la vida,

hijos son de Cidipe, de Hera sacerdotisa,

que en un carro de bueyes iba al sacro recinto.


Como los animales, iniciado el camino

retrasaran el paso, sin miedo a la fatiga

se uncieron a la yunta en doble simetría,

¡cuarenta y cinco estadios tiraron del vehículo!


Mira como relucen sus ojos almendrados,

tal cual los retrató Polimedes de Argos

con arcaicas sonrisas desde hace tres mil años.


Exhaustos, descansando tendidos en el suelo,

bien merecieron ellos mejor que otros el premio:

tan jóvenes aún, dormir eterno sueño.


Pedro Casas Serra (24-11-2014)

miércoles, 25 de noviembre de 2020

La Fany y el Lolo (Sonetos griegos)

 

LA FANY Y EL LOLO


- Vayamos a ese sitio que es muy mono,

te enseñaré a bailar que es de buen tono.

Inocente y pueril como una oveja,

no ve la Fany el mal que allí le aqueja.


Y gasta en güisqui el Lolo su tesoro

porque la ingenua pierda su decoro.

Cuando la Fany está ya más que ciega,

a la pista la saca a la refriega.


La abraza entre sus garras como un lobo

prometiéndose dulce pronto arrobo.

La Fany, hecha una fuente, vierte entera


desde la última copa a la primera.

Y queda el Lolo todo churretoso

mientras la Fany con su virgo hermoso.


Pedro Casas Serra (17-11-2014)

martes, 24 de noviembre de 2020

Tisbe y Píramo (Sonetos griegos)

 

TISBE Y PÍRAMO


Aunque su parentela no quería,

Píramo y Tisbe se han enamorado,

de modo que dejaron concertado

que escaparían juntos ese día.


Al alcanzar la fuente en que han quedado,

vio Tisbe a una leona que bebía

- rojas sus fauces de matar ganado -

y su toca perdió mientras corría.


Pues Píramo al llegar, viendo en el suelo

el paño de su amada tinto y roto,

se mató por matar su desconsuelo.


Volvió Tisbe y hallando junto al velo

tendido y muerto al que era su devoto,

con su daga acabó su triste anhelo.


- ¿Y cuándo fue ese duelo?

- Solo sé que ocurría en Babilonia

antes de ser de Persia una colonia.


Pedro Casas Serra (16-11-2014)


lunes, 23 de noviembre de 2020

Eudámidas (Sonetos griegos)

 


EUDÁMIDAS


- Murió Eudámidas ¿sabes?

dejando a una hija sin dotar

y a una madre anciana.

¡Y además en la ruina!


Pues espera que viene lo mejor:

pidió en su testamento a sus amigos

para las dos mujeres una ayuda.

¡Que se compadecieran!


Y oye, ¡le hicieron caso!,

cuidaron a la madre hasta su fin

e incluso le pagaron el entierro.


¡Y desposaron a la hija bien!

¿Extraordinario, no?

¡Los hay que tienen suerte!


Pedro Casas Serra (15-11-2014)


domingo, 22 de noviembre de 2020

Nefelibata (Sonetos griegos)

 

NEFELIBATA


Acusado de inútil por ocioso,

musitando y cantando por lo quedo,

coplista, trovador, bardo o aedo

se mete en cualquier lío por curioso.


A veces cortesano y sentencioso,

otras asustadizo hasta dar miedo,

embobado, abismado y caviloso

mira el mundo de lo alto de un roquedo.


Andábase el poeta por los nimbos

sin acordarse de poner la bata,

abstraído y chupando sus cachimbos


por medir un mal verso, ¡vaya lata!

Como ninguno él está en los limbos,

tan conspícuo y tenaz nefelibata.


Pedro Casas Serra (14-11-2014)

sábado, 21 de noviembre de 2020

Ese índico corcel… (Sonetos griegos)

 

ESE ÍNDICO CORCEL...


Ese índico corcel que cruza el monte,

sin rumbo fijo alcanza su destino,

galopa, blanco rayo, el horizonte,

percute con sus cascos el camino.


Al que siguió las huellas el arconte,

no deja que te acerques, yak divino

de virginal pureza polizonte,

a su arcádica fuente, peregrino.


De alma tornadiza y silenciosa,

purpúrea crin y asta curvilínea,

que besa con su hocico la broncínea

corteza de la selva misteriosa.


Para celar su frente usa tricornio,

tránsfuga del amor, el unicornio.


Pedro Casas Serra (08-11-2014)

viernes, 20 de noviembre de 2020

Fábula del halcón y el ruiseñor (Sonetos griegos)

 

FÁBULA DEL HALCÓN Y EL RUISEÑOR


Para los reyes – aunque sean sabios -

narró en Grecia, Hesíodo, esta historia:

“Un halcón habló así a un ruiseñor

- ave de variopinto cuello – mientras

lo llevaba muy alto entre las nubes

atrapado en sus garras: Infeliz,

¿por qué chillas?, ahora, uno más

poderoso te tiene. Irás donde

te lleve yo, por más bello que trines

servirás de comida si yo quiero

o te dejaré libre. Loco es quien

osa alzarse a la altura de los fuertes,

de la victoria así se ve privado

y sufre vejaciones y suplicios”.


Y Hesíodo añadió: “A peces, brutos

y aéreas aves toca, unos a otros,

devorarse. Al hombre, hacer justicia”.


Pedro Casas Serra (07-11-2014)

jueves, 19 de noviembre de 2020

Dibutades (Sonetos griegos)

 

DIBUTADES


Muchacha de Corinto, Dibutades,

paradigma de amor,

emprendía su amante viaje a Gades

sumiéndola en dolor.


En plenas facultades

era el joven la imagen del frescor,

mostraba sin pueriles nimiedades

sus formas sin rubor.


A contraluz, la sombra de su amado

sobre el blanco de un muro,

a lápiz ha pintado.


Y ahora que se ha marchado

hacia un destino oscuro,

la copia de su copia le ha quedado.


Pedro Casas Serra (05-11-2014)

miércoles, 18 de noviembre de 2020

El oráculo de Delfos (Sonetos griegos)

 

EL ORÁCULO DE DELFOS


De nada te sirvieron tus ofrendas,

Creso, rey de los lidios, cuando fuiste

al santuario de Delfos a pedir

respuesta al dios Apolo en tu consulta.


Preguntaste al oráculo qué rey

sería el victorioso y la Pitia

te contestó: “Si Creso cruza el Alis,

destruido será un gran imperio.”


Leíste mal la recomendación,

el imperio que iba a ser destruido

no era el de Ciro el Grande sino el tuyo.


La voluntad de un dios no puede ser

comprada, amigo Creso, y sus palabras

oscuras son y ambiguas. ¡Mala suerte!


Pedro Casas Serra (03-11-2014)

martes, 17 de noviembre de 2020

Las hieródulas (Sonetos griegos)

 

LAS HIERÓDULAS


Afrodita tenía, meretricio,

un grupo de mujeres concurrido

que para el que quisiera ser cogido

ofrecía a buen precio, buen servicio.


No se puede negar el beneficio

de en pío convertir lo maldecido,

hacer de lo prohibido, consentido,

y de mal menester, un sacrificio.


No conviene sacar el mal de quicio

ni pensar que juntarse es pervertido

cuando en naturaleza tiene inicio,


que no deja de ser contrasentido

que esté desprestigiado hoy el fornicio

otrora por la diosa bendecido.


Pedro Casas Serra (02-11-2014)

lunes, 16 de noviembre de 2020

No diré su nombre (Sonetos griegos)

 

NO DIRÉ SU NOMBRE


Había, el siglo IV antes de Cristo

- Éfeso lo erigió para Artemisa -

Rico templo del que hizo su divisa,

Oro, sándalo y mármol, bien provisto.


Séptima maravilla por lo visto,

Todo él reducido fue a una brisa

Rojiza y humeante, cuando aprisa

Alejandro el Mayor se dijo “existo”.


Tenía el incendiario y la gritó

Orgullosa pasión por ganar gloria:

¡Mi nombre pasará así a la historia!”


En una noche oscura y sin relente

La bella construcción quemó el demente,

La lámpara sagrada le arrojó.


¿A quién se le ocurrió?

Mejor callo, a morir fue sentenciado

Otro aquel que nombrara al desgraciado.


Pedro Casas Serra (01-11-2014)

domingo, 15 de noviembre de 2020

Erisicton (Sonetos griegos)

 

ERISICTON


¿Recordáis a Erisicton

que fue rey de Tesalia

impío y codicioso

sin límites ni escrúpulos?


Por saquear un bosque

consagrado a Deméter

resultó castigado

con un hambre fatal.


Para satisfacerla

vendió todo su reino

y hasta a su propia hija.


Y al no saciarse nunca

su apetito incolmable,

a él mismo se comió.


Pedro Casas Serra (29-10-2014)

sábado, 14 de noviembre de 2020

Frontis (Sonetos griegos)

 

FRONTIS


Marino que regresas a tu patria:

cuando alcances a ver entre la bruma,

blancas en Sunion las columnas del

templo de Poseidón, cree en tu suerte.


Y acuérdate de Frontis, capitán

de la nave en que iba Menelao

a su vuelta de Troya y murió aquí,

y aquí se le enterró en alguna parte.


De todos los posibles no es mal sitio,

de enebro y salvia le rodea olor

y acompaña el sonido de las olas.


De verdad que las vistas son magníficas

- dicen que no hay ninguna como éstas.

Aunque las de mi hogar eran mejores.


Pedro Casas Serra (27-10-2014)

viernes, 13 de noviembre de 2020

Un nuevo Pigmalión (Sonetos griegos)

UN NUEVO PIGMALIÓN


Era un viejo poeta en su morada

describiendo a la diosa de su amor,

belleza que se entrega sin temor

con dulce arrobamiento en la mirada.


Pero el poeta no tenía nada,

era solo amasijo de dolor,

árbol que troncha el viento en su rigor,

herida abierta al sol por una espada.


La pluma del poeta, con esmero

dibujaba los rasgos de su musa

desde su ardiente fe y su desespero,


cuando de forma real aunque confusa,

sintió de flores un olor primero

y luego un beso de rozar ligero.


Pedro Casas Serra (24-10-2014)


 

jueves, 12 de noviembre de 2020

Baucis y Filemón (Sonetos griegos)

 

BAUCIS Y FILEMÓN


¿Veis esos viejos árboles

junto a esa antigua casa,

que uno de otro delante

sus ramas entrelazan?


De un tocón milenario

tilo y roble nació,

otrora los ancianos

Baucis y Filemón.


Generosos con todos,

con todos bondadosos

perduran a la par.


Unidas sus raíces,

a todos nos bendicen

y juntos morirán.


Pedro Casas Serra (12-10-2014)

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Cídipe y Aconcio (Sonetos griegos)

 

CÍDIPE Y ACONCIO


Pensando está Aconcio un día

en Cídipe, la beata,

y cómo su amor podría

lograr sin meter la pata.


Aconteció que venía

al templo la mojigata,

de Artemisa, y la seguía

sierva poco literata.


A pies de la analfabeta

hace rodar un membrillo

con un escrito estribillo.


Y la ama por la cateta:

“Por Artemisa lo juro:

A Aconcio mi amor más puro”.


Pedro Casas Serra (11-10-2014)

martes, 10 de noviembre de 2020

Atalante e Hipómenes (Sonetos griegos)

 

ATALANTA E HIPÓMENES


La corredora Atalanta

a galán menos veloz

asesinaba feroz

en menos que un gallo canta.


A Hipómenes la garganta

le queda casi sin voz

cuando con ritmo precoz,

Atalanta lo adelanta.


Pero el avispado mozo

para frenar la maroma

le arroja de oro una poma.


Y así, con inmenso gozo,

ella la manzana toma…

¡Y con su pan se lo coma!


Pedro Casas Serra (10-10-2014)

lunes, 9 de noviembre de 2020

Endimión (Sonetos griegos)

ENDIMIÓN


¡Shsss! No le despertéis, es el bello Endimión

que en la cueva de Latmos duerme un sueño perenne.

Al contemplarlo un día, seducida, Selene

le visita de noche para hacerle el amor.


¿Veis cómo resplandece su cara iluminada

por la luz de su amante que suave le acaricia?

Con tanta juventud, con tan bella sonrisa

no hay otro como él en el bosque de Caria.


Desnudo entre la paja que forma su camastro

es tan lindo su cuerpo, es tan pura su tez,

sus labios son tan tersos, tan pequeños sus pies,

tan amplia su prestancia cuando se muestra echado,


que de andar por los montes apacentando ovejas

Selene le eligió para engendrar estrellas.


Pedro Casas Serra (07-10-2014)