Hasta que no lo llenen todo de cemento, algunos no estarán contentos.
Nosotros también somos animales.
En tan desigual combate, yo estoy a favor del toro.
La tortura no puede constituir un espectáculo.
En los ojos de un perro es donde he visto más amor.
Desde un avión, las nubes parecen un colchón.
La lluvia, esa cortina entre nosotros y la vida.
La luna, ese agujero blanco por el que escapar de la oscuridad.
Los jardines, ese trocito de naturaleza en la ciudad.
Las mariposas son ilusiones que vuelan.
Mientras unos lloran por lo que han perdido, otros se consuelan con lo que han tenido.
Cuando empezamos a saber algo ya es hora de irse.
El cariño nos sobrevive.
La ola es el borrador de la arena.
La humilde amapola enciende los campos.
No sólo es perder a un ser querido sino lo que nos ha querido.
Es en los pequeños detalles donde se nota más la ausencia.
La distancia entre la vida y la muerte es corta pero muy profunda.
Sin la muerte, las injusticias se perpetuarían eternamente.
Al final, la muerte nos derrota a todos.
Con la muerte se alcanza la plenitud del no.
La suerte de quienes mueren pronto es que no ven morir su mundo.
No es partir, sino lo que se dej.
Empiezas a morir con la muerte de los que quieres, y acabas con el olvido de los que te conocían.
Duele pensar que lo que se pierde, se pierde para siempre.
La vida -no es que me queje- me ha sabido a poco.
Hablamos de la muerte pero ninguno sabemos lo que es.
La vida plantea muchas preguntas, la muerte no responde ninguna.
El futuro es el olvido.
La única certeza es que todo acaba en ceniza.
La melancolía es una tristeza sin fin.
La inactividad ahonda el sufrimiento.
La ternura es consuelo.
La pandemia ha puesto de manifiesto el abandono en que tenemos a los ancianos.
La pandemia nos ha hecho despertar de un sueño de autocomplacencia.
Imagino la melancolía como una profundidad abisal.
El delirio es la prisión de la enfermedad mental.
Cuando la vida se convierte en pesadilla, solo se desea dormir.
No hay mayor tristeza que la del que está rodeada de alegría.
Una ausencia puede hacerse cada vez mayor hasta absorbernos como un agujero negro.
Remover papeles es encontrarse con el pasado.
Como Don Quijote, cuando sanamos, morimos.
La enfermedad forma parte de nosotros.
Una enfermedad puede destruirlo todo en un instante.
La pena es una almendra que nos encierra.
Pensar en el pasado es echarse a llorar con lágrimas de ternura.
En un segundo regresa todo un mundo.
Para que duerman los recuerdos han de despertar las ilusiones.
Recuperar el nombre es recuperar a la persona.
La memoria es el ropero del poeta.
Solo en el recuerdo la felicidad es completa.
Uno recuerda la infancia como un sueño.
Cada objeto guarda su historia.
La pena no está en que el retrato sea viejo, sino en que no se pueda repetir.
El recuerdo de las zambullidas en verano no lo olvidamos.
Llegan los recuerdos en oleadas hasta dejarnos empapados.
Todos los recuerdos acaban por llegar cantando.
Los sentidos nos abren la memoria.
La memoria nos consuela con mentiras piadosas.
Los buenos recuerdos iluminan los días sombríos.
La juventud no es diferente a la vejez, solo tiene cincuenta años menos.
No es que haya empeorado el mundo, es que nosotros hemos envejecido.
Aquellos días... cuando teníamos tantas hambres.
Recuerdo cuando aún había faroleros.
Lo único real que poseemos son los recuerdos.
Cuanto menos se desea, más pesa la soledad.
La soledad quiere gritar y no puede.
Con el tiempo nos vamos desprendiendo de lo superfluo
Hacen falta años para saber ser viejo.
La vida nos llama, pero cada vez en voz más baja.
Con el primer coche me nacieron alas.
El humor es lo que le queda al adulto de la alegría del niño.
Hacerse niño es cerrar el círculo.
Somos la suma de todos los que fuimos.
Con la vejez uno empieza a desdibujarse y desaparecer.
Cada edad tiene su belleza.
La fantasía es la casa del niño.
Los niños son la sonrisa del mundo.
Hay que proteger a los niños para que solo piensen en jugar.
No hay mejor vestido que la juventud.
Nuestra vida es un tiempo entre otros tiempos.
Nosotros escribimos en el tiempo y el tiempo en nosotros.
Quisiéramos estrenar el presente pero está hecho de pasado.
No hay dos días iguales, como no hay dos poemas iguales.
La pandemia nos ha congelado en el tiempo.
Nada consuela tanto como llorar en compañía.
El dolor nos descubre muchas cosas.
Somos guerreros en lucha contra el tiempo.
El tiempo nace y muere con nosotros.
Somos relojes vivientes.
La felicidad está al alcance de la mano.
Hay lugares que se apoderan de mí.
Es bueno pensar en lo bueno que tenemos.
Hacer feliz a todos es difícil, a quienes tenemos al lado, no.
Con el dolor aparece el pasado.
Ser feliz exige un aprendizaje.
Hay instantes en los que todo está bien.
La felicidad es un pájaro que vuela.
Felicidad y tristeza viven en casas adosadas.
La felicidad, cuando no se tiene, se inventa.
Las ilusiones también necesitan ser alimentadas.
Entre dudas es la forma más razonable de vivir.
Todo lo que ven nuestros ojos, lo han visto antes otros.
En días aciagos es bueno echar a andar.
De niños tenemos ilusiones, de adultos, recuerdos.
Los objetos adquieren vida por el uso.
Las ciudades viven a través de quienes las habita.
La ventaja de los sueños es que reúnen realidad y fantasía.
No busques respuestas, vuela mientras haya luz.
Es bello deambular sin prisas ni destino.
La peor circunstancia siempre puede mejorarse.
Cada día que comienza es como una ventana que se abre.
Empiezas comiéndote el mundo y acabas atragantado.
Hay que aprender a perdonarse.
Hay que amar la vida hasta el final.
Ahora vivimos una vida que tiene más de virtual que de real.
Hay instantes que pueden iluminar toda una vida.
Llegar a hacer lo que uno quiere requiere mucho esfuerzo.
Vivimos de susto en susto y de risa en risa.
Hay circunstancias que nos cortocircuitan.
Es malo vivir a través de otro.
Tiene más mérito recibir que dar.
A oído fino, todo le habla.
No elegimos dónde nacemos, ni cómo vivimos, ni de quién nos enamoramos.
La luz sirve para iluminarnos, la sombra para saber donde está la luz.
A veces parece que la vida nos estafa pero el libro de cuentas tiene dos secciones.
Sonreír no es malo.
Dependiendo del lugar, elegimos nuestra fil.
No es que no tenga malos sentimientos, pero prefiero cultivar los buenos.
Siempre nos sorprenderá el mañana.
Que somos tierra lo apreciamos mejor cuando la pisamos descalzos.
Vivir es aceptar.
Ser huella es cuanto podemos aspirar a ser.
Cualquier realidad desmerece lo soñado, pero todos tenemos derecho a nuestros sueños.
Somos deseo insatisfecho.
Con los años, los padres se van volviendo los hijos de sus hijos.
Nada peor que vivir una falsedad.
Lo importante es encontrar un lugar al sol.
Solo yendo despacio se puede apreciar toda la belleza del mundo.
Mucha gente busca lo igual, a mí me atrae lo diferente.
Si encontramos cosas contra las que no podemos luchar, entonces solo cabe "ponerse al pairo".
Déjate llevar por el viento.
Importa más con quién que dónde.
No escatimemos las sonrisas ni los elogios.
De niño, la vida es magia; de joven, casualidad; de mayor, accidente.
Vivimos lo que sentimos.
A menudo nuestros dedos no alcanzan nuestros deseos.
Rodearse de personas buenas y de cosas bellas.
En nuestras contradicciones está nuestra humanidad.
No hemos de cambiar el mundo, hemos de cambiar nuestra mirada.
En la vida primero nos vestimos y luego nos desnudamos.
Sin algo de locura la vida es muy tediosa.
Hay que cultivar la diferencia.
La mayoría de las veces he vivido como he podido.
Vivir la vida es vivirla entera
