martes, 4 de enero de 2022

Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 131 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

 Si el amor es un puñal, no lo desclaves, que se te irá toda la sangre por la herida.

Dicen, y es cierto, que los loros son de un sólo amo.

De joven, fui una vez de excursión al Montseny, con varias personas, entre ellas un joven líder exiliado de una república centroamericana. Era tal su verbo, cordialidad y convicción que yo pensé: ¿por qué no podríamos montar aquí la tienda para siempre?

Nos gustó mucho (a Juan Ramón y a mí) el Museo Salzillo. Sus imágenes son de una gran belleza y realismo, y también muy coloridas. Tienen serenidad sin exceso de dramatismo. Tienen las caras de las personas de la calle. A mí esto me las hace más próximas. Tampoco los pasos están tan ornamentados como otros de más al sur. Son como escenas de un teatrillo pero en grande. En definitiva, resultan más próximas, más familiares, más entrañables, seguramente más levantinas (más entre cohetes y clarines).

Una cosa es ser poeta y otra escribir poesía, para esto último hace falta un conjunto de conocimientos.

La luz es una bendición, por eso me imagino la tristeza de quien está ciego.

Queremos las cosas que tuvieron las personas que queremos.

Ni al mar ni a la poesía se le pueden poner puertas.

Sin humildad no hay conocimiento que valga.

Quien maltrata a un animal, carece de conciencia moral y es capaz de maltratar a cualquiera. Por eso hay que acabar con el maltrato animal, y porque somos animales también.

La naturaleza, con el paso de los días, las estaciones... mide nuestra vida, y ajustarnos a la naturaleza nos permite vivir más placenteramente.

Recordar el cabello es recordar el amor. El cabello de la mujer es uno de los símbolos más universales del amor carnal, por eso todas las religiones patriarcales se han obstinado siempre en ocultarlo (mientras se han impuesto).

Cotorra https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/01/cotorra-bestiario-en-decimas.html En Barcelona viven y se alimentan de muchos árboles, entre otros las palmeras. Son muy sociables y escandalosas. Un día que estaba pintando junto a unas instalaciones deportivas, el encargado de las mismas, de origen argentino, me dijo que las primeras las habían traído a Barcelona unos aficionados argentinos que asistieron al Mundial de futbol celebrado en España en 1982. Escandalosas pero también simpáticas mientras no vivan a tu lado, porque se pasan el día cotorreando. Yo solo hablo de los animales que conozco un poco, que no son muchos por vivir desde niño en la ciudad. Estos pájaros son un ejemplo de como se puede disfrutar de la vida. MAITACAS en Brasil, LORAS en Panamá, COTORRAS en España, ¿qué nombres tan distintos para el mismo pájaro, no? Ahora, en Barcelona, estamos presenciando el milagro de la primavera. Tan pequeñas y tan impertinentes. Madrid tiene parques hermosísimos, como sólo los años producen. En el pasado encuentro en Madrid revisitamos muchos, pero me sorprendió agradablemente conocer por primera vez el de la Fuente del Berro. La entrega de los animales es sin reserva. Las cotorras no son animales tan pacíficos; prueba, si no, a acercarte a un trozo de pan cuando se lo disputan.

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