Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 145 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

 La poesía hace de la realidad fantasía y de la fantasía realidad.

Pocas palabras bastan para transmitir con fuerza la emoción.

Camel https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/01/camel-bestiario-en-decimas.html He conocido varios camellos: primero en Lanzarote (Canarias) donde, subido en uno de ellos, visité la "montaña de fuego" (me impresionó mucho la repentina altura, cuando el camello, conmigo encima, se levantó y se puso a andar); después en Marrakech (Marruecos), vi muchos, incluso un aparcamiento de camellos (tienen cara de buena persona). El camello es ejemplo de animal sufrido y también atractiva imagen exótica. Cuando estrenaron "El último cuplé" yo ya tenía nueve añitos y recuerdo que un verano, de vacaciones en Lloret de Mar, hasta cantaba cuplés a dúo con una amiguita. Cuántas cosas que en su día disfrutamos con fruición hemos visto luego que no nos hacían falta (¿o nos aplicamos la fábula de la zorra y las uvas?). El camello no tiene ninguna culpa, se utiliza su imagen simpática, exótica, para vender el producto. Supongo que todos  fumamos esa marca, aún recuerdo los anuncios de Malboro con el cowboy (que, por cierto, tengo entendido que murió de cáncer). Personas muy queridas mías, han muerto por su adicción al tabaco.

Tu mención del brindis a caballo, me ha recordado la mili donde el capitán de mi compañía, un miembro de la saga Milans del Bosch, iniciaba las maniobras montado a caballo y con la copa de cognac abultándole en el bolsillo de la guerrera. ¡Eran tiempos!

Como salidos de un antiguo códice, hay versos que nos iluminan.

El país de origen marca, y hay poetas de sol y poetas de lluvia (y poetas de viento).

La música, los olores, despiertan nuestros mejores recuerdos.

¡Somos libres de perseguir sueños!

No deja de ser un consuelo pensar que las malas acciones serán castigadas en la otra vida, pero preferiría ver que se castigan ya en esta y que se premian las buenas también.

Creo que hay que esforzarse en mantener la dignidad hasta el final.