SEGUIDILLAS
DE LA PENA
Esta
tarde no llega
la
inspiración,
para
ver si me viene
saldré
al balcón.
¡Que
tengo pena
que
solo tú me quitas,
niña
morena!
Pena
si estoy despierto,
pena
dormido,
pena
estando desnudo,
pena
vestido.
¡Pena
y más pena,
pena
de no tenerte,
niña
morena!
Que
te busco en los montes
y en
la ribera,
en
el prado florido
y
hasta en la era.
¡Con
tanta pena...
que
no doy palo al agua,
niña
morena!
Y ya
no tengo nombre
ni
tengo cuerpo,
que
aunque siga con vida
parezco
muerto.
Niña
morena:
¡Enséñame
tus ojos,
quita
mi pena!
Pedro
Casas Serra (08-02-2011)
Hermoso este poema lleno de ritmo y armonía, Pedro. Te felicito y te dejo mi abrazo.
ResponderEliminarGracias, Ingrid. Un abrazo.
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