viernes, 7 de octubre de 2022

Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 187 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

A través de la poesía logramos amigos, conocimiento, alegría, consuelo.

La infancia, esa época en que el mundo era muy grande y nosotros no habíamos tomado aún la medida a nuestro cuerpo.

¿Si, de verdad, alguien creyera en el cielo, se portaría así en la tierra?

Hay quienes se ven obligados a dejar su tierra, su familia y sus amigos, expulsados por una sociedad que no les ofrece ningún futuro hacia otra que les rechaza como a intrusos.

Hoy, día de Reyes, es un día para jugar.

La figura principal de "El grito" plasmada en plena expansión (no se sabe por qué ni para qué, ni si le sale la voz) se ha convertido en símbolo de nuestra época de aislamiento vital (hay dos personajes a su espalda pero parecen ajenos a lo que sucede).

Es difícil saber vivir en compañía si antes no se ha aprendido a vivir solo.

Veo difícil que reviva un amor muerto, como una planta muerta o un año acabado.

¡Poetas del mundo, uníos!, quizá el mundo cambiaría a mejor.

A la vida es mejor pedirle poco.

La lluvia mansa ayuda al sueño como una nana.

El yo gasificado https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/03/el-yo-gasificado-sombras-adormecidas.html  En cada época la injusticia tiene sus imágenes y sus protagonistas, y son distintos. Los de esta serie son poemas "a calzón quitado". Cuando yo era pequeño, había muchas barracas en Barcelona, en ellas vivían personas que huían del hambre de sus pueblos, la emigración era interior, de España; cuando era joven y trabajaba en un juzgado, muchos delincuentes pertenecían a la raza gitana; cuando era mayor, ya no eran gitanos, eran del este de Europa que huían de la crisis provocada por la caída del comunismo; ahora son negros subsaharianos llegados en patera recogiendo hierros y vuelve a haber barracas. Cambian los rostros, el color de la piel, pero sigue habiendo gente sin casa, sin presente, obligados a abandonar su familia, su tierra en buscar de un futuro mejor. Y en el Mediterráneo ¡los cruceros se cruzan con las pateras! Siempre he pensado que los cambios se logran poco a poco y empezando por uno mismo. Unos por acción, otros por omisión, todos somos responsables. Deberían garantizarse unos mínimos que ofrecieran igualdad de oportunidades a todos. Parece que cuando se soluciona un problema surgen dos. 

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