miércoles, 23 de noviembre de 2022

Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 234 (mis comentarios en airesdelibertad.com)


Buscamos a tientas y nos equivocamos muchas veces hasta que nuestras aspiraciones y nuestras expectativas se igualan, entonces podemos alcanzar el amor.

Hablamos mucho pero no nos entendemos. Quizá fuera mejor hablar menos y querernos más.

Soñar es perseguir el horizonte.

Los poetas escarbamos mucho recolectando palabras. Es cierto que la vida está afuera, pero también está en el diccionario.

El amor desinteresado es sin duda el más excelso. Los árboles nos dan ese amor y yo creo que existe comunicación con ellos. Todo lo que está vivo experimenta sentimientos aunque cada uno a su manera. Es el amor gratuito el que nos insufla vida cada día.

Toda obra de arte escrita, crea una imagen, y si la obra de arte es pintada, crea un relato.

Unidos en un mismo sueño, montados en una misma cabalgadura, arrostrando las mismas dificultades, disfrutando de idénticos placeres... tal es el ideal del amor en su mágico encanto.

"No vuelve lo que nunca pasó". Ese es el deseo insatisfecho. Y como ni fue, ni es, ni será, mantiene todo su vigor ideal. Es un sueño, un poema. Pero si no vuelve porque nunca se ha acabado de ir, porque permanece clavado en el recuerdo, entonces rememorarlo es prolongarlo, como las fotografías o los poemas prolongan las vivencias felices.

Como en "El diablo cojuelo" de Luis Vélez de Guevara, el poema, que vuela primero por lo idílico de los cielos, luego aterriza en la tierra y desvela todas sus miserias. (En la realidad nos asemejamos a un grupo de perros famélicos que se disputan un trozo de carne.)

Todo en la vida consiste en hallar la poción mágica, la mezcla de sentimientos que nos permita vivir dignamente.

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