EL RIO
Déjame ser como un río
de los que vienen cantando,
de los que oradan las rocas,
de los que parten los valles.
de los que besan los árboles:
como un río.
Déjame ser como un río
sin controlar mis venidas
ni aprovechar mi corriente,
sin secar mi caudal firme
ni desviar mi curso inciero:
como un río.
Déjame ser como un río
y dejaré que te bañes
en mis hoyos más profundos,
que sacies tu sed conmigo,
que te acuestes en mi orilla,
que laves tus pies, cansado,
después de seguirme un trecho:
como un río.
Déjame ser como un río,
como un río vierte su agua
hasta abocar en el mar.
Pedro Casas Serra (1987)
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