Sobre la poesía, mis poemas y otras cosas 363 (mis comentarios en airesdelibertad.com)

Por el amor se produce una identificación, una fusión de identidades, se difumina la barrera entre el tú y el yo.

A mí, en la vida, lo que más me ha servido es el ejemplo de mis padres, pero, más que de creencias, de conducta.

Recuerdo como hace años en Bagá, echado junto al río bajo los árboles -chopos-, veía el cielo a través de sus hojas. Pocos momentos han sido de tanta felicidad.

Yo no conozco otro mundo más que este en que vivo y me gusta mucho, no creo que pueda haber otro mejor. Los artistas -pintores, músicos, poetas-, siempre han construido su mundo ideal, su imaginación del cielo, con las mejores impresiones obtenidas de este mundo terrenal.

Suplicio de Juana de Riu (Apocalipsis 21 : 8 ) http://sientopasareltiempo.blogspot.com/2021/11/suplici-de-joanna-de-riu-apocalipsi-21-8.html El miedo -miedo a la diferencia-, muchas veces instrumentalizado, es la mejor justificación para el mal. Se tomaba por bruja a una mujer no integrada. No fue en los países católicos donde más se las persiguió (aunque también) sino mayormente en los protestantes. La Inquisición no les prestaba excesiva atención, su interés estaba más centrado en los herejes, protestantes, moriscos y judaizantes. Fueron casi siempre tribunales civiles (en aquel tiempo las jurisdicciones estaban muy parceladas pues ciudades y nobles tenían jurisdicción sobre su territorio), quienes las persiguieron. Como acostumbraban a ser mujeres solas que vivían de hacer de comadronas, o suministrar remedios -pues conocían las hierbas y sus propiedades-... la gente tan inculta de la época (incluidos los curas y los nobles rurales) les atribuía poderes malignos y de ser las causantes de todos los males a través del mal de ojo y otras hechicerías. Es posible que "se colocaran" con sus pócimas y tuvieran "viajes" que les arrancaran luego a través de la tortura y con lo que se tejió su leyenda negra de tener pactos con el diablo. La mente humana es capaz de las mayores crueldades (la realidad supera a cualquier ficción) pero también de las mayores generosidades. También existían "cazadores de brujas", generalmente hombres, que se atribuían facultades para descubrir a las brujas (determinadas marcas en el cuerpo, confraternización con determinados animales...) e iban de pueblo en pueblo descubriendo y denunciando brujas y sacando de ello provecho porque los contrataban las autoridades locales. También había algún brujo, aunque muchos menos. En general, las brujas eran mujeres viudas o sin marido que vivían al margen de la comunidad y poseían conocimientos sobre las plantas, lo que les permitía vivir de sus remedios, como también ejerciendo de comadronas. Se les atribuía tener trato carnal con el diablo y usar sus poderes maléficos para atraer la tormenta destruyendo las cosechas, causar la muerte de niños y adultos mediante el "mal de ojo", etc. Fueron utilizadas en muchos casos como "chivo expiatorio" para que la gente de aquella época -muy ignorante y supersticiosa- dirigiera contra ellas la rabia y el descontento que las desgracias -en su mayor parte naturales- que sufrían. Como normalmente no había testigos de sus supuestas fechorías, el "procedimiento judicial" a que se las sometía exigía que ellas mismas las reconocieran, y para ello se les aplicaba las más atroces torturas. Bajo tortura, muchas declararon cuanto sus torturadores quisieron. Es posible que sus conocimientos de botánica y el uso que hicieran de ciertas plantas les hiciera experimentar estados de trance y alucinaciones que las llevaran a creer que volaban y trataban con el diablo, historias que reconocían bajo tortura, de donde surgen las leyendas que se les atribuyen. Durante siglos se las persiguió en toda Europa y en América, en otros países mucho más aún que en España.