VALENTÍN
Hallábame
en el borde de un camino
abrupto,
recorridas muchas horas
sin
otra cosa que comer que moras
y
muy lejos aún de mi destino.
Tales
eran mis cuitas, cuando vino
hacia
mí una zagala con mejoras
de
que cerca de allí mujeres moras
me
ofrecían posada y aún tocino.
Yo
soy cristiano viejo, mis blasones
ni
un azumbre recogen de Tobías,
las
hijas de mi abuelo Zacarías
tengo
en clausura, pero... de ocasiones
como
ésta no se dan todos los días:
¡Santiago
y cierra España! ¡Por mis tías!
Pedro
Casas Serra (16-10-2009)
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