TÚ
Ciego
en la noche y a su manto vuelto
largo
mi corazón desesperado
por
poder alcanzarte, en su espejado
laberinto
perdidamente envuelto.
Roto
cayera el sideral baluarte
en
que te escondes al oír mi grito,
llegara
con mi vista al infinito
y te
atrapara para acariciarte.
Pero
yo soy un niño, tú estás lejos
de
mí, y aunque me pongo de puntillas
y
con esfuerzo alargo bien parejos
mis
brazos hacia ti, ni las orillas
de
tu vestido rozo en mis manejos.
Mientras
tú ni te giras, sólo brillas.
Pedro
Casas Serra (07-03-2009)
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