viernes, 4 de mayo de 2018

El príncipe presumido

EL PRÍNCIPE PRESUMIDO


Érase que se era el hijo de un buen rey,

soberbio, lenguaraz y presumido,

que en horroroso sapo, por embrujo de frey,

por su gran vanidad fue convertido.


Unos niños, un día, en el bosque anduvieron,

hízoseles de noche y aterrados,

sobre una enorme hoja, al feo sapo vieron,

cuando ya se encontraban medio helados.


Compadecido el sapo de su susto,

en su tiara ofrecioles sitio guay

y a casa, de esta forma, llevarles él con gusto.


Y al hacerlo, rompiose el maleficio

y en príncipe dio el sapo, ¡ay caray!,

roto por su bondad el terrible desquicio.


Siendo grande, no pierdas el juicio,

que es de sabios dar muestras de humildad

y a mayores y chicos hacer gran caridad.


Pedro Casas Serra (04-10-2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario