¡Sería bonito poder seguir en contacto con los que queremos, observarlo
todo desde el otro lado y sentirnos parte de ello (...si sigo por este
camino, voy a inventar una nueva religión).
Poesía: coger el ritmo a la belleza.
Cuando la primavera estalla sólo queda cantar.
La poesía no necesita ser comprendida.
El amor cuando es sublime es místico.
Nuestra única defensa contra la muerte es la vida.
La
edad nos hace ser más selectivos en el trato con las personas, quizá
por los desengaños sufridos y también por tomar conciencia de que no nos
queda demasiado tiempo.
Siempre he pensado que de volver a nacer lo haría todo diferente, así tendría la oportunidad de equivocarme en otras cosas.
Morimos poco a poco.
No sé si el dolor es bello pero sí puede producir belleza.
¿Quién soy? (Autorretrato a los 44) https://sientopasareltiempo.blogspot.com/2019/08/1992-05-1302-quien-soy.html Este autorretrato corresponde a hace 21 años, ha pasado mucho tiempo y,
como es lógico, el amor es necesario para vivir y para no amargarse la
vida. Escribir poesía también ayuda. La poesía fue para mí un desahogo
en aquellos momentos. Hay circunstancias que te hacen dudar de ti mismo,
entonces es cuando es necesario plantearse uno quien es. Se trata de
situaciones excepcionales pero que pueden llegar. La razón principal de
publicar mis primeros poemas, escritos para mí, fue pensar que pudieran
ser útiles a alguien. Es difícil hacerse a la idea de lo mal que pueden
llegar a poner las cosas a veces. En esos momentos se agradece la
existencia de otros que también lo han pasado mal. Acompaña y da
esperanza. Poco a poco el tiempo aclara y el sol vuelve a salir, sale
para todos. Supongo que hay un momento para todo, y para un autorretrato
también y cada uno tendrá sus razones. Yo ahora no siento ninguna
necesidad de hacerme otro, mi vida hoy no ofrece ninguna complicación. Y
ese autorretrato pertenece a otro yo, un yo del pasado, algo así como
cuando uno ve una fotografía de cuando era niño: uno se reconoce, pero
ya no es igual. Así era entonces, por fortuna he cambiado (con el tiempo
todos cambiamos). A uno le parece que es el único en tener el primer
problema gordo, luego comprueba que los demás, más o menos, también los
han tenido. Eso consuela y aunque se pierda en ingenuidad se gana en
comprensión. Es como mirar un álbum de fotos: en todas nuestras fotos
hay algo de nosotros. De todas maneras, yo hoy no siento la necesidad de
escribir otro autorretrato... quizás en el futuro (quien sabe). En
realidad no es valiente que lo publique hoy, simplemente hoy me importa
menos la opinión ajena (algo que se adquiere con el paso de los años,
que ayuda a rebajar la importancia de las cosas). Está claro que a los
cuarenta, además de haber adquirido alguna enfermedad crónica, también
hemos pasado alguna crisis todos, luego las vamos coleccionando (las
enfermedades crónicas, las crisis también). Cuando la poesía es directa
nos permite a muchos identificarnos. El estilo casi es de carta
comercial pero esa simplicidad está buscada de propósito. La forma es lo
que hace que este poema pueda conservar algún interés. Los años
permiten pasar de la acción a la observación, y observar es muy
divertido. Dicen que la infancia es una edad feliz, la juventud
divertida, la madurez productiva y la ancianidad sensata, pero no son
más que tópicos, lo importante es encontrar el lugar al sol que a cada
cual mejor le vaya. El autorretrato viene a reflejar los motivos por los
que me puse a escribir poesía.
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