viernes, 5 de marzo de 2021

Las casas (Sombras adormecidas)

 

LAS CASAS


- Las paredes no hablan.


- Pues a mí, sí.

Y me vienen juntas

como si fueran una sola

las casas de mi niñez.

Por las que anduve, exploré, me escondí.

Sus rincones me aguardan

otra vez, sus puertas se me abren

como el primer día,

sus pasillos, sus cuartos,

sus objetos son hoy

más claros que nunca

en mi memoria.


Casas de mi niñez, de mi familia,

salones que me acogieron,

pajareras de sus jardines,

huertas, piscinas, cuadros,

librerías, dormitorios,

mesas bien puestas, aparadores, tresillos...

miles de objetos

caminan hacia mí

que los observo con curiosidad,

los cojo y los retengo en mis ojos.


Yo era un niño que hablaba poco

pero que miraba mucho.


Pedro Casas Serra (30-05-2017)

2 comentarios:

  1. Lindo y triste poema, Pedro. La casa de nuestra niñez siempre vivirá en nosotros con sus ecos y sombras. Con sus llantos y risas infantiles que aún resuenan en sus gastadas paredes. Un abrazo.

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  2. Gracias, Ingrid,por tus palabras. Un abrazo.

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