CUANDO YO ERA PEQUEÑO...
Cuando
yo era pequeño
era
bastante bobo.
En
horas de recreo,
con
mi amiguito Polo,
morábamos
palacios
con
puertas de zafiro,
ventanas
de esmeralda,
suelos
de lapislázuli,
comíamos
manjares
sobre
servicios de oro
regados
con elíxires
en
copas de diamante,
vestíamos
ropajes
bordados
con las perlas
del
fondo de los mares,
calzábamos
chinelas
de
las pieles más finas,
dormíamos
en camas
de
altísimos doseles,
con
colchones de nubes,
bajo
colchas de alas.
Éramos
reyes, príncipes.
Servidores,
atentos
a
cualquier deseo nuestro,
tendían
a nuestro paso
alfombras
de damasco,
nos
bañaban con agua
perfumada
de rosas,
secaban
nuestros cuerpos
con
abrigadas mantas.
Cantaban
nuestros pájaros,
reían
nuestros pajes,
llovían
golosinas...
y
para los viajes
usábamos
carrozas
revestidas
de ágatas.
Cuando
yo era pequeño
era
bastante bobo,
ahora
no soy pequeño
y
sigo siendo bobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario