EL AZULEJO DE DELFT *
…………..................……….De
pronto, ya no hay pájaros…
..................¿Dónde
mueren? ¿Es que hacen un nido en el ocaso?
..................¿Es
que pueden huir de la muerte, cantando?
..................JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
..................Je
seray sous la terre et fantaume sans os :
..................Par
les ombres myrteux je prendray mon repos :
..................Vous
serez au fouyer une vieille accroupie...
..................PIERRE
DE RONSARD
La anciana se inclina para abrir la
puerta,
afuera hace frío, va bien abrigada,
piensa que muy
pronto estará sentada
frente al vivo fuego de la estufa
abierta.
Un gato en la falda quizás la acompañe
mientras
pela cardos que lleva en el cesto,
hervirá una sopa que
devuelva presto
a sus finos miembros calor que la entrañe.
Ya
quedaron lejos sus días de moza,
venían a verla galanes
entonces,
todos se murieron, a sus dulces ronces
sin
prestar oídos tomaron carroza.
Extiende su brazo y gira
la mano,
y la gruesa llave le franquea el vano.
Pedro Casas Serra (24-01-2021)
*
El azulejo, de Delft creo, que tengo frente a mi cama, representa a
una anciana delante de una puerta con una llave en la mano. Como
siempre me había gustado mucho, lo traje, cuando murió mi madre,
del pasillo de su casa. Mide veinte por quince centímetros y está
en un marco de filigrana dorada. El azulejo es una pieza de loza
decorada, barnizada en azul cobalto. La mujer mayor que aparece, una
campesina por su aspecto, va ataviada con un traje largo que le cubre
los pies y lleva un gran mantón sobre los hombros, los dos en azul
oscuro, y también un delantal blanco y una cofia blanca con ribete
azul. Su cabeza resalta sobre el blanco del cielo. Cubierto en parte
por su cuerpo, sobresale un cesto que se supone cuelga de su brazo
izquierdo. La escena ocurre en el campo. La puerta que va a abrir la
mujer pertenece a una cabaña con techo de paja según se observa por
el voladizo que la cubre. Junto a la puerta, se adivina un trozo de
ventana encristalada a rombos. Detrás de la mujer, se vislumbran
unos matorrales como formando parte del borde de un camino. La llave
que lleva la mujer en la mano es grande y de hierro, pesada, como
esas que se usaban antes, y la mujer aparece algo inclinada, con las
piernas un poco flexionadas y alargando el brazo derecho con la llave
en la mano, como buscando la cerradura que quiere abrir. Supongo que
se trata de un tema que sería en su momento muy popular y del que se
harían múltiples representaciones. Aunque Juan Ramón me hace ver
que, en su parte inferior central, con letra diminuta, el azulejo
está firmado C. Alòs. Entonces, podría ser que fuese una replica
de un azulejo de Delft hecha por un artista catalán de la época
modernista, en que se utilizó mucho el azulejo decorativo. Busco en
Google: C. Alòs azulejos, pero sin éxito.
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