A
MIS COMPAÑEROS DEL
CLÍNICO
Vivimos
unos días y algunas esperanzas.
Hasta
aquí hemos venido de sitios muy dispares,
nos
hemos reunido a causa del azar.
Unos
hemos llegado más enteros que otros
pero
todos bastante heridos y maltrechos.
Cambiamos
impresiones, desahogamos angustias,
contamos
confidencias. Somos entre nosotros,
unos
nuestro pasado, otros nuestro presente,
otros
nuestro futuro. Podemos entendernos,
no
en vano hemos tenido iguales experiencias
de
dolor, de hospitales y de medicación.
Usamos
mucho tiempo en forjarnos proyectos
que
quizá puedan irse al traste el primer día.
Pedro
Casas Serra (11/1991,07)
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