jueves, 18 de junio de 2015

El niño viejo

EL NIÑO VIEJO


A veces, me salen al encuentro

personas que hace tiempo que no veo,

y las reconozco,

pero luego pienso

que por lógica no son ellas

sino que son como eran ellas

hace veinte años.

Ante esto me rebelo

porque para mí no he cambiado

y sigo siendo el mismo

que lloraba de niño

si me dejaban solo.

Y cuando llegue a viejo

- o mejor, me vean como un viejo -

seguiré siendo ese niño

que no ha entendido nada

y que se sorprende

al no ver en el espejo reflejada

su cara rubicunda y mofletuda,

y que se siente triste

porque no encuentra

a su padre, a su madre, a sus hermanas,

a sus amigos, a sus amantes...

y si los ve,

sólo son otros que se les parecen

como otros se parecerán a él

cuando él ya no se parezca a nadie.


Pedro Casas Serra (10-05-1991,01)

2 comentarios:

  1. Me llega la añoranza de ver que el tiempo nos transforma; más por fuera que por dentro y el niño que aún somos, se acostumbre a vivir dentro de la nueva estructura del cuerpo.
    Un tema muy humano, filosófico y poéticamente expresado.

    Un abrazo.

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  2. Tú lo has resumido muy bien, Fany. Gracias por tu visita.

    Un abrazo.

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